Antes de que terminara el primer día del 2023 se registró la primera masacre del año. Un hecho violento que se presentó en el municipio de Río de Oro, en el departamento del Cesar, que dejó cuatro víctimas fatales y otras personas heridas.
El crimen ocurrió en un establecimiento nocturno o estadero denominado El Pentágono, que se encuentra ubicado en la vía que conduce de esta población hacia Ocaña, en Norte de Santander.
Según la información del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), al lugar llegaron hombres armados que dispararon en contra del dueño del establecimiento y otro hombre que estaba en una de las mesas, quienes se encontraban junto a sus parejas sentimentales.
Lo que se sabe es que los hombres fueron atacados con disparos que les produjeron la muerte en el lugar de los hechos, mientras que las mujeres habrían sido heridas con arma blanca. Ellas fueron trasladadas al Hospital Emiro Quintero Cañizares de la ciudad de Ocaña, donde fueron atendidas de urgencia.
Indepaz sostiene que una de las mujeres falleció en el centro médico a causa de las lesiones que presentaba, mientras que la otra se encuentra bajo diagnóstico reservado. Sin embargo, medios de comunicación sostienen, con base en información de las autoridades, que ninguna pudo sobrevivir, por lo que las víctimas de la masacre serían cuatro en total.
Las autoridades judiciales realizaron el levantamiento de los cuerpos para iniciar las labores de investigación de los hechos. Hasta el momento se desconocen las identidades de las víctimas y quienes serían los responsables, si se trata de miembros de un grupo armado o una banda delincuencial, así como los móviles del ataque.
Por el momento se desconoce si el hecho está asociado a algún grupo armado, de los cuales en la zona tiene presencia principalmente el Ejército de Liberación Nacional, ELN, que había anunciado un cese al fuego por la primera semana del año. Además, de acuerdo con Indepaz, hay varias bandas locales.
Con este hecho inicia el conteo de las masacres en el país que durante el 2022 habría llegado a al menos 94 casos, registrados hasta mediados de diciembre, de acuerdo con el listado que adelanta Indepaz. A esta cifra se suman los más de 190 líderes sociales que fueron víctimas de homicidio en el último año y los 43 firmantes del acuerdo de paz que también perdieron la vida en hechos de violencia.
El cese al fuego con los grupos armados
Poco minutos antes de terminar el año 2022, el presidente Gustavo Petro anunció el avance en la política de paz total con la que busca consolidar acuerdos para superar el conflicto con grupos armados y delincuenciales. El mandatario anunció un cese al fuego bilateral con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC y grupos paramilitares, y que estará vigente desde hoy y hasta el 30 de junio.
Tras las primeras reacciones, entre ellas la del jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, este domingo líderes de la sociedad civil y políticos aplaudieron el paso que es un avance de la política de “paz total” del Gobierno, aunque por el momento no ha sido confirmado por los grupos armados ilegales.
La Defensoría del Pueblo destacó el cese el fuego con “los grupos armados ilegales, entre ellos los que generan los mayores riesgos en las Alertas Tempranas” y aplaudió “todos los gestos que permitan frenar las acciones armadas que afecten a la población civil”.
“Desde nuestras 42 Regionales seguiremos acompañando a las comunidades más vulnerables en sus territorios para lograr la garantía de sus derechos humanos y estaremos atentos para verificar, en los diferentes territorios, que se cumpla con el cese de las acciones armadas por parte de los grupos armados ilegales”, agregó la Defensoría en un comunicado.
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