Ya son más de dos años de angustia los que ha vivido Paloma Chávez. La mujer, desde el 21 de agosto del 2020 desconoce el paradero de su hijo, un joven de 23 años llamado Alejandro Ramírez Chávez. Ese día, un viernes, salió para verse con sus amigos, con quienes solía reunirse en el barrio La Nueva Base, en el nororiente de Cali, sin embargo, nunca regresó. La madre del joven, que hoy clama por justicia, denuncia que el proceso con las autoridades ha sido lento, incluso cuando ella misma ha presentado lo que ella considera que pruebas clave en la investigación.
De acuerdo con lo que mencionó, el joven sí estuvo con sus amigos, sin embargo, en un lapso de horas después de aquel encuentro, se desconoce lo que sucedió con él. Dentro de las hipótesis acerca de la desaparición de Ramírez Chávez, resalta el nombre de Eliza, mujer con la que habría tenido una relación sentimental durante cuatro años, de manera intermitente, según reveló la madre de Alejandro al diario El Tiempo. Se trató de una relación con varios altos y bajos, detalló Paloma, por lo que para ella era angustiante pensar que él estuviera compartiendo con ella.
En medio de las sospechas respecto a que ella, Eliza, pudiera tener información de Alejandro, Paloma fue hasta su hogar para saber qué estaba ocurriendo. Al llegar a la vivienda, ubicada cerca de Villa del Lago, en el oriente de Cali, se encontró con la expareja de su hijo. Según ella, la vio llorando, con la mirada perdida, y con el celular de su hijo. En su momento argumentó que lloraba porque los amigos de Alejandro la estaban acusando de la desaparición de él.
El 29 de agosto del 2020, de manera oficial, Paloma presentó la denuncia de la desaparición de su hijo ante la Fiscalía, sin embargo, no se han presentado resultados eficaces o eficientes. “35 días después de poner la denuncia fue que se puso en contacto conmigo un investigador. Y uno no sabe qué es peor, porque cuando empiezan a preguntar terminan es revictimizando a la gente: que si Alejandro tenía problemas, que si consumía, en fin, todo eso. Luego me dijo que Eliza lo había acusado de microtráfico”, contó Paloma en testimonios recopilados por el medio de comunicación mencionado previamente.
“Me gustaría que tuvieran en cuenta las cosas que yo les muestro. Porque yo casi que les hago la investigación y ellos no me prestan atención, no he recibido ninguna ayuda”, añadió. Tal y como ella misma lo menciona, tiene 35 hojas en las que tiene impresas conversaciones que tuvo su hijo con Eliza a través de Messenger. En su momento, recuerda, las autoridades no le recibieron este material en físico por temas de pandemia.
Es de destacar que Eliza, cuenta Paloma, llegó a ser violenta con su hijo. “Mi hijo siempre se sentaba a hablar conmigo, me contaba todo. Incluso me contó cuando probó la marihuana, él me tenía confianza. Yo supe que tuvo problemas con su pareja y que incluso hubo un proceso por violencia intrafamiliar, pero eso no prosperó y él nunca la señaló formalmente”, recalcó.
Con corte al 26 de septiembre de este año, según el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres (SIRDEC), en Cali hay reportadas como desaparecidas 4.665 personas. “Cruzando datos de Personería y Medicina Legal, estimamos que para el 2018 se presentaron más de 270 casos; para el año 2019, más de 450. Cuando fueron menores de 17 años, la mayoría correspondió a casos de mujeres. Para el año 2020 los casos sobrepasaron los 310 reportes de desaparecidos, lo mismo en 2021, principalmente hombres entre los 17 y los 40 años”, explicó Freddy Caicedo, de la Fundación Guagua.
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