Uno de los principales atractivos turísticos de la isla de San Andrés estará cerrado al público durante los últimos tres días del año. Se trata del islote declarado parque nacional Johnny Cay que tiene una playa reconocida como una de las mejores del país.
La Autoridad Ambiental de la Reserva de Biosfera Seaflower informó que el cierre iniciará el 29 de diciembre y se extenderá hasta el sábado 31 de diciembre de 2022, como parte de las acciones de protección y mantenimiento que se deben realizar trimestralmente por orden de un fallo judicial.
“Durante estas fechas, se dará provecho para desarrollar labores de mantenimiento a las trampas de grasa y sistema de aguas residuales, jornadas de limpieza y reunión con prestadores de servicios turísticos”, informó la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina)
Johnny Cay es un islote o cayo ubicado en cercanías a la isla de San Andrés, y que fue declarado Parque Nacional Regional en el año 2000. De acuerdo con la Gobernación sanandresana, actualmente es considerado uno de los destinos más visitados en la Reserva de Biosfera Seaflower.
Esta área protegida, que cuenta con una extensión de 44 hectáreas, según la Gobernación, se caracteriza por poseer ecosistemas marinos y costeros de gran importancia como “las playas de arena, fondos arenosos, parches arrecifales, arrecifes de coral y un área terrestre con diversidad de vegetación y usos permitidos, donde predominan las zonas de conservación y zona general de uso múltiple”.
El Parque Regional Johnny Cay actualmente cuenta con una capacidad de carga turística de 854 visitantes y, en el área, los viajeros pueden disfrutar de una diversidad de actividades como snorkel o careteo; recreación náutica; caminatas ecológicas, y baños, siempre y cuando se realicen en las zonas demarcadas por boyas.
Los turistas así mismo pueden acceder a servicios como restaurantes con comida típica de la región; venta de artesanías; peinados típicos; enfermería; centro de información y educación ambiental; salvamento marino y atención pre hospitalaria permanente; centro de reciclaje, entre otros.
Johnny Cay fue objeto del fallo del Tribunal Administrativo de San Andrés en el 2018 que ordenó la protección de su equilibrio ecológico, debido a que se había visto afectado por la actividad turística al ser uno de los más visitados en al norte de la isla.
La decisión se tomó luego de que la Procuraduría señalara que en el islote no había control de carga por el número de visitantes, no contaba con manejo de residuos ni acueducto, alcantarillado o saneamiento básico, como tampoco normas para los operadores logísticos.
Por ejemplo, la playa recibía hasta 3.000 turistas cuando solo tiene capacidad para unos 854 de manera simultánea, en sus alrededor de 1.500 metros cuadrados de circunferencia, según un estudio presentado en ese momento. Por tanto, se ordenó su protección para impedir el daño ambiental.
En el fallo del tribunal se ordenó que cada tres meses se cierre el acceso a visitantes del islote por tres días, para realizar labores de mantenimiento de la infraestructura del parque, que se hace en conjunto con los operadores logísticos que tienen compromisos como manejo de residuos, conservación de la cultura raizal y preservación de la infraestructura.
De acuerdo con la Gobernación de San Andrés, alrededor de 100 familias se benefician de los servicios turísticos prestados en el islote, por lo que se convierte en una importante fuente de empleo para la isla. El pasado 18 de noviembre de 2022 Johnny Cay recibió el galardón Blue Flag por cuarto año consecutivo, otorgado por la Fundación de Educación Ambiental, que reconoce su labor por la seguridad ambiental y sanitaria.
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