Defensoría emite alerta por aumento de hechos violentos en Cali y Valle del Cauca

De acuerdo con la entidad, la ciudad “es una muestra clara de la dinámica criminal” del departamento y le pidió a las autoridades acoger las alertas tempranas para esta región del país

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La valla fue puesta en Jamundí y se suma a otras instaladas en municipios como Tibú, Norte de Santander. Esta acción se suma a otras violentas denunciadas por la Defensoría del Pueblo.
Vía Twitter
La valla fue puesta en Jamundí y se suma a otras instaladas en municipios como Tibú, Norte de Santander. Esta acción se suma a otras violentas denunciadas por la Defensoría del Pueblo. Vía Twitter

No es una novedad ver instaladas vallas alusivas a las disidencias de las extintas Farc a las entradas o salidas de diferentes municipios del país. Sin embargo, esta dinámica se ha vuelto común en zonas específicas donde estos grupos residuales ejercen control territorial. En Jamundí, Valle del Cauca, soldados del Ejército tuvieron que desmontar una que habría sido colgada por integrantes de la columna móvil Jaime Martínez.

Este actor ilegal también tiene presencia tanto en este departamento como en Cauca. De hecho, se le atribuye la masacre contra seis soldados en el municipio Buenos Aires el pasado lunes, 5 de diciembre. En ese sentido, las autoridades tienen conocimiento no solo de intimidaciones a partir de la presencia de este grupo en veredas y cerca a fincas, sino también con la instalación de estas pancartas que llevan fuertes advertencias a sus pobladores.

“No se permiten robos, expendedores de droga ni extorsiones a pequeños comerciantes en esta zona” se lee en el aviso firmado por el Comando Coordinador de Oriente —cobijado por el frente Jaime Martínez— colgado en el corregimiento Robles, ubicado a menos de media hora del casco urbano de Jamundí.

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Sumado a esto, la Defensoría del Pueblo emitió un fuerte pronunciamiento sobre otros hechos violentos tanto en Cali como en Valle del Cauca. Al respecto, insistió en reforzar las medidas de seguridad en esta zona del país para, especialmente, reducir la frecuencia con que ocurren homicidios.

La entidad recordó también otros hechos preocupantes registrados en los últimos días en Jamundí, como el carro bomba detonado en la madrugada del jueves 22 de diciembre, y el atentado con granada perpetrado contra unidades de la Policía Militar que se encontraban haciendo labores de patrullaje en esa zona.

También sentenció que, pese a que las autoridades de Cali han resaltado una reducción en la tasa de homicidios (921 entre el 1 de enero y el 11 de diciembre de 2022, 21 % menos respecto del mismo periodo del año anterior), “la cifra registrada sigue siendo muy alta y en algunos casos con violencia extrema”.

“En el transcurso del 2022 se han registrado por lo menos cuatro asesinatos en donde las víctimas han sido desmembradas y otros casos en los que las personas han sido torturadas y empacadas en bolsas plásticas”, denunció la Defensoría. Bajo ese oscuro panorama, la entidad dirigida por Carlos Camargo enfatizó que el análisis cuantitativo (las cifras) no tiene en cuenta variables relevantes que muestran la sensación de inseguridad que se vive tanto en Cali como en Valle del Cauca, especialmente cuando hay crímenes marcados por la sevicia y tortura con que fueron ejecutados.

Teniendo en cuenta la grave situación presentada en esta zona del suroccidente colombiano, la Defensoría le pidió a las autoridades tener en cuenta las alertas tempranas emitidas para Cali. Vale mencionar que una de ellas es la 001-22, la cual advierte la presencia de bandas delincuenciales entre las comunas 1 y 21 de esta ciudad.

De igual manera, señaló el riesgo de la existencia de facciones residuales de las extintas Farc adscritas al Comando Coordinador de Occidente, y del ELN en zonas suburbanas “así como en algunas comunas en donde también operan grupos de delincuencia común y organizada asociados al narcotráfico”.

Finalmente, envió un duro mensaje a Cali, describiendo que la ciudad “es una muestra clara de la dinámica criminal del Valle del Cauca”, pues el indicador de homicidios permanece alto en municipios históricamente afectados por el narcotráfico, como El águila, Cartago y Obando, así como Guadalajara de Buga, centro del departamento.

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