El presidente Gustavo Petro llegará a Brasil el próximo 1 de enero para participar en la posesión de Luis Inácio Lula da Silva como el próximo mandatario del vasto país suramericano. El jefe de Estado colombiano viajará el sábado 31 de diciembre junto a su jefa de Gabinete, Laura Sarabia, por lo que no podrán compartir el Año Nuevo con sus familias, pero sí mostrarán su apoyo a su homólogo.
El militante del Partido de los Trabajadores (PT) ganó las elecciones con el 50.9 % de los votos contra el ultraderechista y actual presidente, Jair Bolsonaro, el pasado 30 de octubre. Ese domingo, Gustavo Petro escribió en su cuenta de Twitter: “Viva Lula” y el día siguiente tuvo una llamada con el presidente electo, en la que ambos expresaron su amor por la Amazonía.
“Las relaciones entre Colombia y Brasil serán estrechas porque ambos amamos la Amazonia”, le dijo Lula a Petro en la conversación. De hecho, la lucha contra el cambio climático ha sido una de las banderas por las que terminó electo, tanto así que en CNN afirmó que buscará unir fuerzas con Indonesia y Congo para presionar a los países más ricos con el fin de que financien la protección de los bosques y delinear estrategias para el mercado global del carbono.
Por otro lado, la vicepresidenta Francia Márquez también había manifestado su apoyo hacia el líder. “El pueblo brasileño le dio, una vez, su voto de confianza a Luis Inácio Lula da Silva”, escribió la alta funcionaria. Seguido a ello, le envió un abrazo ancestral y le deseó que la “sabiduría lo acompañe en esta nueva etapa dirigiendo los destinos de esta nación hermana”.
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La agenda de ambos presidentes para el día de la posesión
Gustavo Petro había compartido con anterioridad los cuatro temas principales que serán prioridad en el encuentro entre ambos presidentes: la selva amazónica, la política antidrogas, las energías limpias y la reintegración económica en América Latina.
El primer punto, de acuerdo con el mandatario colombiano, será “el rescate de la selva amazónica y su investigación científica”. En repetidas ocasiones, ambos han manifestado sus acciones para frenar problemáticas como la deforestación y la ganadería extensiva en esta región del mundo.
El segundo tiene que ver con el cambio en la política antidrogas de los dos países. Petro ha insistido que esa solución realmente ha sido un fracaso, por lo que debería replantearse las formas en que se combate la cadena de producción y distribución del narcotráfico. Esa posición la ha defendido ante otras entidades internacionales, asegurando que actualmente se persigue al campesino y no al verdadero responsable del negocio ilícito.
El tercer tema es “la red integrada de energía eléctrica de América con energías limpias” y el cuarto es la “reintegración económica en América Latina”, según indicó el presidente en Twitter. Para esto hay que tener en cuenta que en Latinoamérica cinco de los principales gobiernos son progresistas: Andrés Manuel López Obrador en México; Alberto Fernández en Argentina; Gabriel Boric en Chile, y Colombia y Brasil con sus respectivos jefes de Estado.
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