William Vinasco Ché reveló que era taxista antes de entrar a los medios

El locutor y empresario, más reconocido por su labor en los medios, contó que se rebuscó la vida cuando era joven y pasó por varios empleos

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William Vinasco es director de Candela Estereo desde 1990 y es uno de los narradores deportivos más reconocidos en la historia de Colombia (Instagram: @williamvinascoch)
William Vinasco es director de Candela Estereo desde 1990 y es uno de los narradores deportivos más reconocidos en la historia de Colombia (Instagram: @williamvinascoch)

Desde sus inicios en la radio en 1985, William Vinasco Ché tuvo un rápido progreso en los medios de comunicación. Para 1990 ya estaba detrás de lo que sería el lanzamiento al aire de Candela Estéreo y pasaba a la memoria colectiva de todo el país por su frenética narración del gol de Freddy Rincón contra Alemania en el Mundial de Italia 90 que le dio al combinado dirigido por Francisco Maturana la clasificación a la segunda ronda. Desde entonces y gracias a la creación del Gol Caracol en 1993 con la que inmortalizó frases como “esta noche que no me esperen en la casa”, “mucho toque-toque y de aquello nada” o “¡no me diga más!”, se convirtió en una figura respetada y recurrente en la radio nacional.

El comunicador de 71 años, recientemente, habló con el programa ‘Día a Día’ del Canal Caracol sobre distintos momentos personales y profesionales de su vida. En particular, uno de los momentos más llamativos de la conversación tuvo lugar cuando Vinasco tocó lo relacionado con las labores que desempeñó cuando todavía no había tenido la oportunidad de entrar a los medios de comunicación.

Vinasco contó que tuvo diferentes trabajos antes de tener la oportunidad de ingresar al ámbito del periodismo. El primer trabajo que tuvo fue en una feria de comidas donde ofrecía perros calientes a los asistentes:

“Resulta que fui a Corferias y sorteaban la adjudicación internacional de los restaurantes y por suerte me correspondió en la entrada del pabellón de Venezuela y tuve un carrito de perros y hamburguesas. Al mediodía me ponía a mostrar lo apetitosos que eran”

De acuerdo con lo compartido por Vinasco, él mismo se encargaba de hacer la promoción de los perros calientes, y gracias a ese trabajo reunió algunos ahorros que le permitieron montar la que sería su siguiente iniciativa comercial:

“En esa misma feria, en el pabellón de Italia, me compré una máquina de lavandería (…). Coloqué la máquina en Unicentro y en dos barrios de Bogotá: Chapinero y Nicolás de Federmán. Coloqué una imitación de máquinas y la gente llevaba su ropa allá. Ese fue quizá mi primer emprendimiento en serio”

Vinasco también contó que se le midió a conducir taxi en Bogotá y Cali, ciudad de donde son oriundos sus padres, cuando todavía estaba haciendo sus primeros pinitos en el mundo de la radio:

“Tuve un taxi. Rubiel Valencia Cossio, director del Intra (Instituto Nacional de Transporte), me adjudicó una licencia para un taxi y conseguí un Fiat Polski 75 y (después) con ese compré un (Chevrolet) Dos Dar. Yo hacía carreras de Bogotá a Cali porque mi mamá estaba viviendo en Cali (...) Después de terminar la emisión de las 10 de la noche del noticiero me iba para allá, abría la puerta del carro y decía: ‘Sale para Cali, Cali, Cali’”

De acuerdo con su relato, en esos tiempos no había terminal de transportes en Bogotá, por lo que él se ubicaba en un punto estratégico donde se parqueaban todas las flotas para conseguir viajeros.

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