Pirry documentó la crisis por caza de elefantes en Kenia: “Es la historia más dura que he hecho”

El periodista colombiano estuvo en uno de los parques naturales más importantes de ese país, donde luchan contra los cazadores furtivos y vio agonizar a uno de estos ejemplares

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Pirry publicó imágenes de la
Pirry publicó imágenes de la lucha contra esta problemática e hizo una sentida reflexión al respecto | Foto: Instagram @pirryoficial

Guillermo Arturo Prieto La Rotta, mejor conocido como Pirry, estuvo de viaje por estos días en Kenia (África), donde documentó la problemática por caza de elefantes, cuyos colmillos son mutilados por delincuentes para venderlos en el mercado negro.

De acuerdo con lo que mostró el periodista boyacense a través de un video compartido en su cuenta de Instagram, en medio de la travesía tuvo que presenciar la muerte de un ejemplar de gran tamaño, el cual fue asesinado con una flecha envenenada.

“¡Qué difícil es ver agonizar a un titán! Esta es una de las escenas más dolorosas que he visto en mi vida, pues aunque todas las criaturas —grandes o pequeñas— tenemos que morir, me pregunto yo: ¿por qué así? Cobardemente envenedado con una flecha ponzoñosa, este mamífero, el terrestre más grande y poderoso del planeta, fue condenado a agonizar durante días y a sufrir una muerte lenta y dolorosa tan solo por el marfil de sus colmillos”, se escucha decir a Prieto mientras muestra al animal tirado en el suelo.
Además de lanzas envenedadas, los
Además de lanzas envenedadas, los criminales utilizan trampas casi invisibles que dejan heridas impresionantes y pueden llegar a causar la muerte, no solo de elefantes, sino también de jirafas, zorros y otros animales | Imagen: captura de pantalla Instagram @pirryoficial

De igual manera, Pirry contó que tras su llegada al Paque Nacional Tsavo, en Kenia, las autoridades del lugar emprendían una exhaustiva búsqueda para dar con el paradero de los cazadores furtivos responsables de este y otros asesinatos de elefantes por esos días.

Además, aprovechó para entregar algunos datos de por qué es tan importante la lucha del Servicio de Vida Silvestre de ese país (Kenya Wildlife Service), quienes se han escargado desde hace años de combatir este flagelo.

“A este ejemplar de elefante africano le toma años tener este gran tamaño y tener esos colmillos imponentes. Ahora, a un cazador ilegal le dan unos 100 o 200 dólares por estos colmillos, pero puestos en el mercado negro de China los contrabandistas y culpables de esta tragedia reciben miles de dólares, y esa codicia humana es la que hace que esta especie esté en peligro de extinción”, agregó.
La caza ilegal de elefantes
La caza ilegal de elefantes empezó a aumentar en el África subsahariana en 2005, previsiblemente a causa del aumento de la demanda de marfil en China, donde este material se utiliza para elaboración de remedios tradicionales y de joyas| Imagen: captura de pantalla Instagram @pirryoficial

Posteriormente, Pirry mostró en detalle cómo las autoridades del parque Tsavo atravesaban miles de kilómetros en camionetas y un helicóptero para dar captura a los criminales, así como para encontrar al elefante que había sido herido con la flecha envenedada e intentar salvarle la vida, aunque la esperanza era muy pequeña.

“Entonces, comenzó una de las hazañas de vida y muerte más reales de las que haya sido testigo en toda mi carrera (...) Cuando la anestesia comenzó a hacer efecto, el poderoso mastodonte se detuvo y comenzó a tambalear, y es allí cuando llega el punto más crítico de esta operación porque antes de que se desplome los rangers tienen que acercarse con unas sogas para ayudarle a dirigir la caída, pues si se cae mal y se rompe una extremidad tendrían que sacrificarlo, pero el mismo tiempo esperar a que el animal no reaccione a la anestesia y, como ha sucedido en otras ocasiones, despertar y matar a sus salvadores. El tiempo era corto y la situación de vida o muerte, así que rápidamente intentan enfriar la sangre del animal echando agua helada en sus orejas, mientras el médico ausculta la herida que estaba infectada, pues la lanza envenenada ya se había caído y arrancado el pedazo de piel”, relató el documentalista colombiano.

Finalmente, el esfuerzo del equipo de veterinarios dio resultados y el elefante se salvo de este ataque.

Cabe mencionar que, según las autoridades del continente africano, cerca de 30.000 elefantes son abatidos cada año por los cazadores furtivos para quedarse con sus colmillos. Las consecuencias de estos actos criminales son dramáticas, teniendo en cuenta que si se suman las muertes a manos de los cazadores y las muertes naturales, la cifra es superior al índice de reproducción de la especie.

“Hace cincuenta años habían más de un millón y medio de elefantes africanos, pero hoy se estima que hay apenas unos 400.000, eso significa que más del 73 % ha desaparecido, en su mayoría, a manos de cazadores ilegales ¿y por qué?, por las estúpida y egoísta vanidad de algunos humanos de lucir el marfil como símbolo de riqueza. Sin embargo, hay que decir que aunque la crisis del marfil a nivel mundial sigue, en el Parque Nacional Tsavo se han reducido los episodios de caza furtiva casi a cero, y hace ya prácticamente un año se declaró ilegal el comercio de marfil en Hong Kong, dos noticias para mantener la esperanza arriba”, concluyó Pirry.

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