Durante los últimos días, la Secretaría de Ambiente realizó la plantación de 742 árboles en diferentes ecosistemas estratégicos y de alto valor ambiental para la ciudad, mientras que en los últimos tres años, en la ciudad se han plantado más de 339.000 individuos vegetales.
“Los árboles nativos son los que nos ayudan a tener un mejor suelo. En este sentido, nosotros estamos construyendo conectividad, estamos haciendo restauración y estamos devolviéndole al ecosistema las posibilidades de prestar los servicios que todos necesitamos”, dijo este viernes 23 de diciembre la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
En el humedal Salitre, la Secretaría de Ambiente, con el apoyo de la comunidad, de Aguas de Bogotá y la Policía Ambiental y Ecológica, plantó 162 árboles de las especies lupinos, hayuelos, mano de oso, amargoso, laurel, cucharos, coronos, entre otros. Así mismo, durante la jornada también se realizó la liberación de tres tinguas azules, individuos que hacen presencia en estos ecosistemas de la ciudad.
En un segundo punto específico de la ciudad, en la localidad de Suba, en el Colegio Evergreen, se plantaron 250 árboles que hacen parte de la estrategia de acuerdos de conservación que ha realizado el Distrito con privados que se encuentran en la reserva Thomas van der Hammen. En esta jornada participó la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).
Además, en las localidades de San Cristóbal (San Jerónimo del Yuste) y en Suba (Mirador de los Nevados), la Secretaría de Ambiente ejecutó la plantación de 270 y 60 árboles respectivamente. Estas plantaciones se realizan con el objetivo de reverdecer a Bogotá y de aumentar el arbolado, acciones que se hacen con criterios de mantenimiento y restauración ambiental.
Los árboles plantados corresponden a especies nativas como aliso, arrayán, corono, cajeto, mano de oso, mortiño, tibar, chilco, hayuelo, ciro, tinto, tomatillo, lupino, entre muchas otras.
El material vegetal plantado ha sido selecciono de forma planificada y bajo criterios técnicos que permitan una adecuada adaptación a los diferentes suelos y, así, puedan prestar los servicios ecosistémicos que se requiere en cada uno de estos puntos de la ciudad.
Ambiente hizo llamado a proteger la fauna
En los últimos días del año la Secretaría de Ambiente, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (Idpyba) y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) presentaron la campaña “Navidad Zoolidaria”, una iniciativa que busca generar conciencia en las personas para proteger y conservar las especies silvestres y los animales de compañía en esta temporada de fin de año.
“Desafortunadamente en estos meses (diciembre-enero), la gente sale de paseo, descansa y tenemos muchos episodios, tanto de abandono de mascotas, como de tráfico de fauna. Recordemos siempre que los animales silvestres están mejor libres y en casa. Los animales que vemos a veces a la venta en las carreteras no las están pasando bien y tampoco la van a pasar bien en nuestras casas, nuestra responsabilidad es mantenerlos en sus ecosistemas”, dijo el pasado 21 de diciembre la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Bogotá y Cundinamarca se caracterizan por tener diversidad de flora y fauna, y por eso la Secretaría de Ambiente hizo un llamado a la ciudadanía para proteger los animales silvestres y evitar que se extraigan de su hábitat, ya sea para la comercialización o como mascotas.
A este respecto, es importante tener en cuenta que el tráfico de fauna silvestre es el cuarto negocio ilícito más rentable del mundo, después de las drogas, las armas y la trata de personas, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
En el caso de Bogotá, los grupos taxonómicos más recuperados por la Secretaría de Ambiente son las aves (lora amazónica, perico carisucio, y el periquito bronceado), seguidas por los reptiles (tortuga hicotea y morrocoy) y las iguanas (por el consumo de sus huevos y carne); en tercer lugar los invertebrados (cangrejo azul y varios insectos); y para finalizar, los mamíferos, el armadillo y primates (mono capuchino de frente blanca o el mono ardilla).
“Tenemos también casos de animales polizones, particularmente cuando vienen vehículos y buses de zonas de clima caliente, por favor, revisen antes de salir debajo del vehículo o encima de las llantas para que no vengan, sobre todo, reptiles que suelen buscar el calor en la noche y a veces vienen hasta Bogotá dentro de los vehículos”, agregó la secretaría de Ambiente, Carolina Urrutia.
Por tal motivo, las autoridades ambientales invitaron a todas las personas a reportar los casos de riesgo o de amenaza que involucren individuos de fauna silvestre en el perímetro urbano de Bogotá a través de las líneas telefónicas o electrónicas de la secretaría.
La caza, el transporte, la comercialización y la tenencia ilegal de fauna silvestre se catalogan como un delito ambiental y en Colombia tiene multas, según lo establece la Ley 1333 de 2009. Adicionalmente, el Código Penal colombiano contempla penas entre 48 y 108 meses de prisión para quienes se apropien, extraigan, exploten, mantengan o se aprovechen sin permiso de animales silvestres en el territorio nacional.
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