En medio de una reunión para las elecciones del nuevo coordinador de la comunidad indígena, donde estuvieron presentes la gran mayoría de líderes de esta, se denunció la presencia y posible injerencia de la guerrilla del ELN en esta junta indígena.
Las comunidades indígenas que hacen parte de la organización Camawari de la comunidad awá denunciaron que, en medio de una reunión en el municipio de Ricaurte, fueron intervenidos por el grupo ilegal ELN, que actualmente está ad portas de iniciar reuniones con el Gobierno del Presidente Gustavo Petro.
Cada año se realiza esta asamblea general en la que se elige a la nueva cabeza de las comunidades indígenas de la organización ya mencionada, este año se programó esta reunión en la zona rural del municipio de Ricaurte donde una de las condiciones era que no debía haber presencia de grupos armados ilegales; sin embargo, esta orden no se cumplió.
Aureliano Arturo, coordinador del último año, hizo la denuncia: “Cuando llegamos nos encontramos con la sorpresa que había más de 30 personas armadas y con prendas alusivas al ELN, con quienes se entabló un diálogo, y dijeron que se encontraban en el lugar con un direccionamiento, y era participar de la asamblea y cuidando a un líder”, afirmó.
Además, por medio de un comunicado emitido por la misma comunidad se precisó el tipo de personas que asistieron a la asamblea y el alto riesgo al que estuvieron expuestas, “en la asamblea participaron aproximadamente 1.000 personas, entre ellas, niños, niñas, adolescentes, mujeres, hombres, líderes, lideresas, mayores, mayoras, médicos tradicionales y demás personas”.
En cuanto el líder indígena se percató de la situación, solicitó hablar con los guerrilleros y les manifestó que ese era un espacio de las comunidades indígenas y que era totalmente autónomo. El argumento de los subversivos fue que ellos estaban custodiando a uno de los candidatos.
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Ante la respuesta del grupo, Aureliano se dirigió a la asamblea y les comunicó que para garantizar la seguridad y evitar una tragedia, la asamblea sería suspendida; este punto ya se había expuesto anteriormente a través de un acta firmada el 15 de diciembre.
Algunos de los líderes y denunciantes aseguraron que hubo presión por parte de los hombres armados, “Cuando salí del lugar me persiguieron dos hombres armados en motocicleta que al final me dejaron salir; sin embargo, a esto se le suma la situación que se vive en los resguardos, donde fueron amenazados tres gobernadores indígenas”, puntualizó el representante de Camawari.
Tras los hechos ocurridos, algunos de los integrantes de esta comunidad indígena aseguraron sentirse atemorizados, en especial los que hacen parte del resguardo Pialapi Pueblo Nuevo, en zona rural de Ricaurte. “Fueron momentos muy duros, porque los asistentes a la asamblea se sintieron intimidados por los más de 30 hombres fuertemente armados con fusiles y pistolas”, señaló Araujo en referencia al difícil momento que se vivió en medio del desarrollo de la asamblea.
Luego de los hechos ocurridos, las autoridades indígenas emitieron un comunicado en el que hicieron una solicitud al Gobierno nacional para que realicen una intervención en materia de seguridad.
Solicitaron “al Presidente de la República de Colombia Gustavo Petro y el Ministerio del interior, que actúe de manera inmediata y realice las acciones que se deriven de sus funciones e iniciar un seguimiento de los hechos puestos en conocimiento en este comunicado y active todas sus rutas de atención y protección de Derechos Humanos bajo el principio de coordinación administrativa con las demás entidades del orden nacional y local”, se lee en el documento.
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