Hace unos días, la administración de Joe Biden lanzó un mensaje al Gobierno de Gustavo Petro con respecto al tema de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícitos, el Estado estadounidense le pidió a Colombia que este proceso se dé de una manera gradual y no inmediata, por lo que es necesario continuar, por un tiempo, con la erradicación forzada: “Hasta el momento, la erradicación forzosa continúa y se espera que continúe mientras se desarrolla un programa viable de sustitución de cultivos”, puntualizó el Departamento de Estado.
En este sentido, el gobierno norteamericano enfatizó que es muy importante “contar con un programa de sustitución totalmente financiado y bien diseñado antes de pasar a la sustitución (voluntaria) como medio principal de control de cultivos”.
Tras la petición hecha por la administración Biden, se pronunció el embajador de Colombia en los Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, quién aseguró que se han tenido y se tienen en cuenta las recomendaciones hechas por el país que ha hecho seguimiento durante varios gobiernos a este tema.
“Lo que ha planteado el Gobierno de Estados Unidos es que hay que hacer una transición en un marco de gradualidad que esté muy bien diseñada y en eso estamos trabajando. Ya hay un acuerdo para poder implementar un método que sea holístico, integral y que genere la transformación de esos territorios”, señaló el funcionario del gobierno de Petro a Blu Radio.
Por lo que agregó que en pro de cumplir todas las recomendaciones y que este plan funcione se harán algunos planes pilotos en, al menos, cuatro municipios del país:
“Se está diseñando con mucho cuidado unos pilotos en el país, unos tres o cuatro municipios y en esos se aplicará ese modelo holístico que permite la transición gradual y allí, con los resultados, se ajusta la estrategia y se implementa en todo el país”.
También explicó que la erradicación forzada continuará en casos específicos, por un lado, en zonas donde se estén llevando a cabo de forma industrial y otro, donde las comunidades que han señalado quieren hacer parte del proceso voluntario incumplan su parte.
“La erradicación forzosa, que es uno de los temas de discusión, va a continuar. Todo se va a realizar en cultivos que se clasifican como industriales y también cuando haya incumplimiento de alguno de los compromisos con las comunidades, se tendrá que recurrir a la erradicación forzosa”, puntualizó para la emisora colombiana.
La posición del Gobierno de Gustavo Petro
La semana pasada, el primer mandatario asistió a un evento con cultivadores en el Catatumbo y reiteró cuál es la política de seguridad respecto a la lucha contra las drogas en Colombia. En primer lugar, puntualizó que desde su administración no se pretende permitir la cocaína, sino que se buscará capturar a los dueños de ese producto y no a quienes cosechan la hoja de coca.
“Cuando decimos que no vamos a atacar a un campesino, cuando decimos que le vamos a comprar su cosecha mientras transformamos la región para que se pueda volver productiva en las economías legales —explicó el presidente— no estamos diciendo que vamos a permitir la cocaína”. Por medio de la fuerza pública, prometió capturar “a los dueños de la cocaína del mundo”, con capacidad de inteligencia y “el blindaje ante el dinero del poder”.
También manifestó que el narcotráfico es “el principal rival de la tranquilidad nacional”; sin embargo, como se ha transformado tanto, combatir el problema requiere de nuevas capacidades diferentes a la fuerza militar. “Perseguir ese crimen no es un asunto exclusivamente de fusiles, de Ejércitos o de agentes de Policía”, precisó Gustavo Petro y comentó cómo se ha globalizado la situación con multinacionales del crimen que tienen relaciones en diferentes países.
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