Sobrevivir a la Navidad: Consejos y recomendaciones para no pelear durante las fiestas

Sea consciente de su lenguaje corporal. Evite calificar las decisiones de otras personas y si no se siente en disposición de asistir a las reuniones es mejor que lo exprese de forma asertiva

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Durante la noche de Navidad del 2021 se registraron 1.428 casos de violencia intrafamiliar, según la Policía Nacional. Foto: Archivo Infobae
Durante la noche de Navidad del 2021 se registraron 1.428 casos de violencia intrafamiliar, según la Policía Nacional. Foto: Archivo Infobae

Las celebraciones decembrinas son una oportunidad para el encuentro de las familias y los seres queridos, con los que usualmente no compartimos. Sin embargo, a veces estos encuentros no concluyen en un ambiente de cordialidad y armonía; un comentario tomado a mal o una situación incómoda puede degenerar en conflictos e inclusive en casos de violencia en el contexto familiar.

De hecho, según el balance entregado en 2021 por la Policía Nacional, durante la noche de Navidad de ese año se recibieron más de 34.000 llamadas a la línea 123, un promedio de 47 por minuto. De las cuales, 4.423 respondían a riñas, 1.428 a violencia intrafamiliar y 2.262 por perturbación a la tranquilidad.

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Con el fin de conocer los posibles orígenes de estas disputas familiares y brindar herramientas que permitan una mejor gestión, desde Infobae Colombia nos comunicamos con Andrés Lasso, Máster en Psicología Clínica de la Pontificia Universidad Javeriana, para solucionar algunas dudas.

"Es importante ser respetuosos de otras formas de pensar y vivir la vida, entender que las personas no están para complacer nuestros estándares y todos vimos de acuerdo a nuestros propios criterios". Foto: Archivo Infobae.
"Es importante ser respetuosos de otras formas de pensar y vivir la vida, entender que las personas no están para complacer nuestros estándares y todos vimos de acuerdo a nuestros propios criterios". Foto: Archivo Infobae.

¿Por qué pueden presentarse conflictos en estas fechas?

En este periodo del año suele haber muchos más conflictos debido a que las familias comparten más tiempo del usual, hay más convivencia; bien sea por el periodo de vacaciones o por la realización de reuniones familiares. Al mismo tiempo, muchas personas sienten la obligación de participar de estos espacios y a veces les cuesta poner límites.

Algunas personas no quieren hacer parte de estas actividades y al verse presionadas, van acumulando mucha frustración e incomodidad. Estos sentimientos al final pueden liberarse en forma de conflicto.

Otros puntos a considerar son que se comparte con personas que pueden no resultarnos cercanas, hay consumo de licor y cansancio, que también puede disponernos emocionalmente a entrar más fácilmente en disputas.

¿Qué otros aspectos se deben tener en cuenta?

Influye mucho que es un momento de compartir con personas que pueden tener distintas formas de pensar. Por ejemplo, los miembros más jóvenes de la familia, usualmente, empiezan a estar en contacto continuo con personas mayores, donde pueden chocar distintas visiones y experiencias sobre cómo vivir la vida, alimentarse, relacionarse y demás. Estas diferencias pueden generar roces y tensiones, sobre todo si las opiniones se expresan de forma apresurada y ligera, o se intenta imponer a los demás nuestra forma de ver la vida.

Por el contrario, celebrar los logros de las otras personas, dar palabras de ánimo, expresar el afecto que podemos tener el uno por el otro, apreciar las diferencias, son cosas que van a ayudar a que se construya un ambiente de armonía y de fluidez.

¿Cómo evitar los conflictos?

Una forma es evitar los comentarios que puedan ser malinterpretados, un lenguaje pasivo-agresivo o apreciaciones instigadoras. Si recibimos comentarios de ese tipo, no caer en el juego de estas personas. Al hacerlo se entra en un ciclo de tú me dices, yo te digo. A lo cual se le suma el alcohol y se puede escalar a conflictos de muy alto calibre, los cuales pueden ser muy dañinos para todo el ecosistema familiar.

Es importante ser respetuosos de otras formas de pensar y vivir la vida, entender que las personas no están para complacer nuestros estándares y todos vimos de acuerdo a nuestros propios criterios. Evitar comentarios relacionados con el peso, con la comida, con el desempeño profesional, con la vida de pareja, con las creencias religiosas, es fundamental de cara a no generar un ambiente de tensión e incomodidad.

Por el contrario, celebrar los logros de las otras personas, dar palabras de ánimo, expresar el afecto que podemos tener el uno por el otro, apreciar las diferencias, son cosas que van a ayudar a que se construya un ambiente de armonía y de fluidez.

Acá recae la importancia de desarrollar habilidades como la empatía, la tolerancia. Es fundamental no hablar de cosas que sabemos pueden desencadenar conflictos destructivos, pero sobre todo ser muy comprensivos por la situación del otro.

En caso de que ya este en marcha el conflicto, ¿Cómo lidiar con este?

Lo más importante es evitar que siga escalando. Algunos tips que se pueden considerar es bajar nuestro tono de voz, la velocidad con la que hablamos, revisar nuestro lenguaje no verbal; es decir, la forma en como movemos nuestro cuerpo; esto se logra siendo conscientes de la disposición corporal que tenemos con el fin de disminuir todas las señales de tensión.

A veces es mejor cerrar las conversaciones, poner límites. Por ejemplo, decir “mira, prefiero que no continuemos hablando de esto”, “cambiemos de tema”, “mejor cuéntame de ti”, sin ser retador, puede disminuir la escalada del conflicto. Llegado el caso es mejor retirarnos del lugar, que terminar en interacciones destructivas.

Finalmente, en este punto son muy importante los límites anticipados, en el sentido de sí nosotros no queremos compartir, podemos decidir no hacerlo. No tenemos que necesariamente hacer cosas en contra de nuestra voluntad por agradar a otros en estos momentos del año, y si no sentimos la disposición de compartir es mejor expresarlo. Así mismo, la familia debe trabajar en aceptar estas decisiones, que no implican rechazo o falta de cariño.

Por último, nos gustaría hablar sobre como lidiar cuando durante el año se ha perdido a un ser amado.

En estos momentos del año los espacios vacíos en la mesa duelen mucho más, hay tristeza y mucha más sensibilidad.

Hay individuos que manifiestan sus procesos de duelo más desde la irritabilidad, entonces es importante validar las emociones de las otras personas, dar espacio a la tristeza, la rabia y el dolor, reconocer que existen estas emociones, que hay un vacío y de pronto si la familia lo ve como algo útil, utilizar rituales que faciliten las expresiones de esos sentimientos. Por ejemplo, una oración hacia esa persona, hablar acerca de cómo se sienten, dar unas palabras en torno a esa ausencia.

Todos estos son elementos que pueden facilitar el duelo, a veces creemos que es preferible no ver ese dolor, ponerlo todo debajo del mantel, pero al final todo lo que tratamos de esconder termina por notarse.

Entonces es clave poder reconocer qué emociones sentimos en estos momentos, perderle el miedo a la tristeza, al dolor o a la extrañeza y reconocer que hacen parte del proceso. Afrontar la pérdida, también implica hablar de ello con los niños, con nuestros demás seres queridos y esto nos ayudará a llegar a un acuerdo y aceptación de la perdida, cerrando nuestro proceso de duelo de forma saludable.

Pieza informativa de la Línea Calma. Foto: Archivo Infobae.
Pieza informativa de la Línea Calma. Foto: Archivo Infobae.

¿Algunas recomendaciones finales?

En caso de necesitar orientación o hablar con alguien, existen en Bogotá distintos recursos al alcance de todos y gratuitos. La Línea Calma 01800042361 que se especializa en acompañar a hombres y brindar alternativas para resolver de forma asertiva problemas en relaciones y manejo de emociones. No se debe tener miedo a buscar ayuda en estos espacios, generalmente existen mitos y temores para usar este tipo de recursos, pero se trata de un proceso de orientación que todos podemos necesitar y no resta ningún valor a la hombría.

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Para las mujeres, se pueden comunicar con la Línea Púrpura, ya sea marcando al número 018000112137 o escribiendo al WhatsApp 3007551846. En esta se brinda atención y orientación psicosocial y jurídica, ya sea en casos de violencias, el restablecimiento de derechos o asesoramiento. También tenemos la Línea 106 El poder de ser escuchado WhatsApp 3007548933 que brinda acompañamiento a todo tipo de personas frente a situaciones cotidianas.

En el caso de sufrir una emergencia, lo más recomendable es comunicarse con el 123.

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