Las fiestas al interior de las cárceles se convierten en un dolor de cabeza para las autoridades carcelarias y evidencia de la falta de control. Por eso, en la última semana del año buscarán fortalecer la vigilancia para evitar incidentes de ese tipo, así como emocionales, al interior de las penitenciarias del país.
La dirección del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, según Caracol Radio, emitió una alerta que hizo llegar a los directores de cada una de las 128 cárceles en el territorio nacional para emprender medidas especiales de control de los internos durante la última semana de la temporada navideña.
Las fechas de Navidad y Año Nuevo son tradicionalmente utilizadas por los reclusos para evadir los protocolos de seguridad o el reglamento interno, por lo que el coronel Daniel Gutiérrez, director del INPEC, instó a los encargados a fortalecer los protocolos de seguridad.
La alerta está dirigida a brindar atención psicosocial a los y las presas por cuanto las fechas de celebración, en medio del encierro, pueden afectar el estado emocional de las personas. Por eso les recomendó estar atentos al comportamiento de los reclusos, brindar apoyo y acompañamiento para disminuir la depresión, ansiedad o prevenir intentos de suicidio.
Justamente a finales del mes de noviembre las autoridades penitenciarias habían hallado caletas en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, en Bogotá. Al parecer, se tenían varios elementos prohibidos guardados para la temporada de fin de año.
En la inspección de las celdas encontraron licor, drogas, celulares, entre otros elementos que habrían sido escondidos en los baños y otras zonas.
El INPEC también anunció que coordinará con organizaciones defensoras de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, que presenten propuestas para realizar cenas de Navidad y Año Nuevo para los internos, con ciertas condiciones.
Según el coronel Gutiérrez, se presentan dificultades por parte de las empresas prestadoras de los servicios de alimentación en las prisiones para ofrecer una comida especial, por lo que se autorizó que se haga a través de organizaciones benéficas.
La condición es que, si se ofrece comida debe ser para todos los reclusos del penal de manera equitativa, con el objetivo de que no haya cena especial para algunos y para otros no. Además, podrían estar acompañados con voluntarios o junto con familiares, informó RCN Radio. Esto se realiza en medio de estrategias de humanización del sistema penitenciario en el país.
Este 21 de diciembre, se instaló el Observatorio de Derechos Humanos del Sistema Carcelario en la cárcel de mujeres el Buen Pastor en Bogotá, en la que el coronel Gutiérrez propuso una regulación para las mesas de paz que brindan servicios al interior de las cárceles, para tener control de las actividades que se realizan.
Además, anunció la creación de un equipo de investigación contra la corrupción que reciba denuncias y quejas por parte de los internos y los funcionarios, para luchar contra las redes que se establecen en estos centros de reclusión para cometer delitos o violar las normas internas.
Seguiremos avanzando en la vinculación del sistema penitenciario para que cada día las cárceles sean humanas, para que cada día haya una mejor dignificación para las personas que están privadas de la libertad porque se nos quedó en la memoria cuando alguien decía que los trataban como un número o una cifra más y realmente así no es”, señaló el coronel Gutiérrez.
“Están restringidos de la libertad únicamente, pero no están restringidos de los demás derechos, de sus sueños, del desarrollo de su personalidad”, sostuvo el director del INPEC en la instalación del Observatorio de Derechos Humanos que, previamente, también se había instalado el pasado 5 de diciembre en la cárcel La Picota.
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