Mientras se adelanta la caracterización de la población indígena emberá que se encuentra en Bogotá como víctima de desplazamiento, se conoció del fallecimiento de una menor que se encontraba en la Unidad de Protección Integral de La Rioja.
La Secretaría Distrital de Salud informó que los cuidadores de la menor de 2 años se acercaron a la unidad del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias en ese campamento, sobre las 7:30 de la mañana del lunes 19 de diciembre, cuando llegaron con el cuerpo de la niña muerta.
Manifestaron que la menor estaba inconsciente, pero no pudieron precisar desde qué momento se encontraba en ese estado. Al realizar la valoración, el equipo de salud determinó que no contaba con signos vitales y presentaba rigidez. Su cuerpo fue dejado a disposición del Instituto de Medicina Legal para determinar la causa de la muerte.
El núcleo familiar de la menor, de acuerdo con la Secretaría de Salud, se encontraba en Bogotá hasta que el 27 de julio de este año retornó a la vereda Dokabú en el municipio de Puerto, en Risaralda. Pero volvió en el mes de octubre a la capital y se asentó en la UPI La Rioja.
Al parecer, la menor había presentado previamente quebrantos de salud porque según la Secretaría ya había recibido atención integral en la red de hospitales. “Sin embargo, el seguimiento a su estado de salud fue limitado teniendo en cuenta la poca disponibilidad de sus cuidadores y que se brindó manejo con prácticas propias de la comunidad”, manifestaron las autoridades sanitarias.
Luz Mery Queraga, autoridad del pueblo Embera Chamí, manifestó a Citynoticias que la muerte se produjo por mala alimentación. Denunció que en la UPI La Rioja se encuentran en hacinamiento, que lleva a varios a dormir en el piso, no cuentan con suficiente comida y hay brotes de tuberculosis. Sin embargo, acuden primero a sus practicas medicinales tradicionales para tratar los quebrantos de salud.
Son al menos tres comunidades indígenas emberá que se encuentran asentadas en los hogares temporales de La Rioja y La Florida, que dispuso la Alcaldía de Bogotá luego de lograr su reubicación del parque Nacional donde habían construido un campamento a finales de 2021 y terminó a inicios de 2022.
La Secretaría de Gobierno continúa en proceso para apoyar el retorno de las comunidades a los territorios de los que salieron desplazados. En la última semana se han adelantado labores de caracterización para identificarlos, determinar sus condiciones de salud, núcleo familiar, comunidad y lugar de residencia permanente.
La Unidad para las Víctimas, que se encarga del proceso, anunció que este 21 de diciembre iniciará el traslado de miembros del pueblo emberá que se encuentra en las UPI de Bogotá para el retorno a los departamentos de Chocó y Cauca.
El primer traslado se hará con 250 personas, la mayoría (202) del parque La Florida que protestaron la semana anterior y llegaron a acuerdos con la directora de la UARIV Patricia Tobón. Son 81 familias de este hogar de paso que de manera voluntaria y concertada aceptaron regresar al Resguardo del Alto Andágueda ubicado en el municipio de Bagadó, Chocó.
“A estas personas se les entregará apoyo para su sostenibilidad, un kit de hábitat, transporte de enseres y ayuda humanitaria de trámite especial, tanto a retornados como a la comunidad receptora”, señaló la Unidad de Víctimas.
En cuanto a La Rioja, se reubicarán 14 familias de las comunidades siaperara y dóbida que suman en total 51 personas, quienes se espera que lleguen el 22 de diciembre a sus lugares de origen entre López de Micay y Timbiquí, en los departamentos del Cauca y Chocó.
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