Estados Unidos pidió mantener la política de sustitución de cultivos y así reaccionaron en el gobierno Petro

Algunos voceros del gobierno colombiano se refirieron al mensaje enviado por Washington, que no se mostró de acuerdo con las declaraciones hechas por el mandatario colombiano desde El Tarra

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Estados Unidos se refirió a las declaraciones Gustavo Petro en El Tarra.
Estados Unidos se refirió a las declaraciones Gustavo Petro en El Tarra.

Voceros del gobierno de Gustavo Petro se refirieron al mensaje enviado por Estados Unidos, en el que le advierte a Colombia que es importante hacer una transición de manera gradual y no inmediata, por lo que se debe continuar con la erradicación forzada.

Cabe recordar que Petro anunció desde El Tarra, Norte de Santander, ante miles de campesinos y líderes indígenas, que “los campesinos pueden seguir sembrando coca mientras prueban con cultivos sustitutos”. Esta sería la opción del presidente para atacar al narcotráfico, pero sin afectar a los cultivadores de la hoja de coca, la base de la producción del negocio, pero al mismo tiempo una población muy vulnerable al no tener, en muchas ocasiones, otras opciones para subsistir.

Pero esto no habría gustado mucho a la administración de Biden, que en un mensaje expresó su inconformidad frente a lo declarado por el mandatario colombiano:

“Advertimos a la administración Petro contra la transición inmediata de una estrategia de erradicación forzada a una voluntaria para controlar el crecimiento de cultivos ilícitos”, señaló el Departamento de Estado del país norteamericano en un comunicado de prensa. En ese sentido, Estados Unidos le pidió al Gobierno colombiano continuar con el proceso que se ha estado adelantando.

Frente a esto, Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), respondió que “hasta ahora no ha habido cambio de posición con relación a lo que ha planteado el Presidente”, informó el periódico El Tiempo.

Lizcano, aseguró que la intención de Petro es “que haya una sustitución efectiva, una sustitución rápida, no que se legalice la droga”. “Sí se pretende acabar con la coca, pero que los campesinos tengan opciones de desarrollo y que la sustitución traiga mejores condiciones de vida para los campesinos y no más pobreza”, dijo además.

Al tema también se refirió el senador del Pacto Histórico Iván Cepeda, para quien Estados Unidos “no está advirtiendo nada a Colombia”, más bien, según dijo, se trata de “un diálogo que se ha establecido desde el comienzo de este Gobierno con la administración de Estados Unidos para lograr una política concertada y un nuevo modelo de lucha contra el narcotráfico”.

María José Pizarro, senadora y miembro de la coalición de Gobierno, expresó que “Estados Unidos debe entender que es un momento de tomar decisiones contundentes en cuanto a política de drogas”, Dijo que el mecanismo de erradicación forzada y otras formas de lucha contra la droga “fracasó hace 30 años”, por lo que se debe transitar “hacia un modelo de regulación con enfoque social desde el marco de la soberanía nacional”.

Alguien que criticó la postura del gobierno fue el senador David Luna, de Cambio Radical, que dijo que el mandatario colombiano lo que hace es “lanzar el anzuelo y cuando de Estados Unidos lo llaman, él se retracta” e indicó que lo que hace Petro “es hablarle a su electorado y mantener su relato de una confrontación con Estados, pero en últimas termina haciendo lo que pidan este país”.

Esta es la postura del gobierno de Petro frente a la erradicación de cultivos ilícitos

La semana pasada, el primer mandatario asistió a un evento con cultivadores en el Catatumbo y reiteró cuál es la política de seguridad respecto a la lucha contra las drogas en Colombia. En primer lugar, puntualizó que desde su administración no se pretende permitir la cocaína, sino que se buscará capturar a los dueños de ese producto y no a quienes cosechan la hoja de coca.

“Cuando decimos que no vamos a atacar a un campesino, cuando decimos que le vamos a comprar su cosecha mientras transformamos la región para que se pueda volver productiva en las economías legales —explicó el presidente— no estamos diciendo que vamos a permitir la cocaína”. Por medio de la fuerza pública, prometió capturar “a los dueños de la cocaína del mundo”, con capacidad de inteligencia y “el blindaje ante el dinero del poder”.

También manifestó que el narcotráfico es “el principal rival de la tranquilidad nacional”; sin embargo, como se ha transformado tanto, combatir el problema requiere de nuevas capacidades diferentes a la fuerza militar. “Perseguir ese crimen no es un asunto exclusivamente de fusiles, de Ejércitos o de agentes de Policía”, precisó Gustavo Petro y comentó cómo se ha globalizado la situación con multinacionales del crimen que tienen relaciones en diferentes países.

“Si el crimen ha pasado en su organización las fronteras, las nuevas organizaciones estatales multilaterales para combatirlo tienen que ver con el cerebro y las matemáticas, con la inteligencia, que con la fuerza pura militar”, destacó el jefe de Estado. Por esa razón, lo que discutió con la cúpula militar es que la operación de antinarcóticos en Colombia “no será la guerra entre la fuerza pública y el campesinado de Colombia, sino que tiene que ser la interdicción, detener los grandes cargamentos”.

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