El desplazamiento, el confinamiento y el desabastecimiento de diferentes productos se ha agravado en el departamento del Chocó después de que una parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) declarara un paro armado. Debido a la situación, algunos miembros de la Iglesia católica no pudieron acudir a las zonas cercanas a los ríos San Juan y Calima para hacer labores sociales y por eso le solicitaron a la guerrilla que “no maten, no desplacen, no confinen”.
Al departamento viajaron el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor; el obispo de Istmina y administrador de la Diócesis de Quibdó, monseñor Mario Álvarez, y Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Los representantes de la institución católica estuvieron en los municipios de Istmina y Quibdó y entregaron los datos más recientes que afectan a esas poblaciones.
“Hemos vivido el asesinato reciente en Negría —corregimiento de Istmina— de un joven y la desaparición de otro”, precisó Héctor Fabio Henao, quien también es acompañante permanente en la mesa de diálogo entre el Gobierno nacional y el ELN. Esa información la conoció debido a que él y los demás miembros de la Iglesia se reunieron con defensores de derechos humanos, líderes sociales y campesinos de la zona.
En Quibdó, “nos registran 180 asesinatos este año hasta el momento, 75 % de ellos jóvenes”, puntualizó Henao ante el diario El Tiempo. De acuerdo con el delegado, la situación les genera una gran preocupación porque “hay un clamor por los desaparecidos de este territorio”, debido a que hay un registro de 23 personas en esa situación en el municipio.
Hablando específicamente del paro armado, “nos hablan de 34.114 personas confinadas —explicó el delegado ante el medio de comunicación— Es decir, en este departamento, diariamente se confinan aproximadamente 107 personas”. A eso también se le suma que un promedio de 20 personas son desplazadas a diario del Chocó, por lo que los representantes del catolicismo catalogaron “la problemática humanitaria de grandes proporciones”.
Por su parte, el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, manifestó ante Noticias Caracol que es necesario tener más oportunidades para los jóvenes en el departamento. “Los que han entrado en estas organizaciones están sosteniendo familiares porque no tienen otra oportunidad. Yo no justifico, pero entiendo”, señaló el representante del papa Francisco en el país.
El monseñor también se refirió al cese al fuego unilateral que declaró el ELN a partir del 24 de diciembre hasta el 2 de enero de 2023. “Es un gesto esperanzador. Que callen las armas para que tengamos una Navidad en paz —precisó Montemayor— No es demasiado, pero es posible porque el dedo en el gatillo lo tienen ellos”.
El llamado al cese al fuego unilateral del Gobierno nacional
Con el anuncio del cese al fuego del ELN, el ministro del Interior y portavoz del Gobierno nacional, Alfonso Prada, hizo un llamado a los demás grupos al margen de la ley para desescalar el conflicto en la temporada navideña. “Aprovechamos para enviar un mensaje a todos los grupos violentos de todo tipo, que están operando en el territorio, para que recojan este clamor de la ciudadanía”, manifestó el funcionario.
El Gobierno espera que durante esta semana haya más pronunciamientos por otros actores armados que decidan hacer ceses unilaterales. El portavoz señaló que esas acciones le darían la posibilidad “de compartir todos los colombianos y colombianas una Navidad literalmente en paz”.
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