Este martes 20 de noviembre, Estados Unidos le envió un mensaje al presidente Gustavo Petro sobre su propuesta de empezar la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos. Para la administración de su homólogo, Joe Biden, es importante hacer una transición de manera gradual y no inmediata, por lo que se continuaría con la erradicación forzada.
“Advertimos a la administración Petro contra la transición inmediata de una estrategia de erradicación forzada a una voluntaria para controlar el crecimiento de cultivos ilícitos”, señaló el Departamento de Estado del país norteamericano en un comunicado de prensa. En ese sentido, Estados Unidos le pidió al Gobierno colombiano continuar con el proceso que se ha estado adelantando.
“Hasta el momento, la erradicación forzosa continúa y se espera que continúe mientras se desarrolla un programa viable de sustitución de cultivos”, agregó.
La administración de Joe Biden señaló la importancia de “contar con un programa de sustitución totalmente financiado y bien diseñado antes de pasar a la sustitución (voluntaria) como medio principal de control de cultivos”. Con esos requisitos tanto técnicos como monetarios, Estados Unidos espera que el jefe de Estado colombiano logre “prevenir el crecimiento del cultivo de coca” y resaltó que el país siga cumpliendo los compromisos internacionales.
En el documento, Estados Unidos aclaró continuará trabajando con Colombia “para implementar un enfoque holístico para abordar los desafíos antinarcóticos”. Seguido a ello, mencionó los esfuerzos en seguridad rural integral, justicia y desarrollo, protección del medioambiente y reducción integrada de la oferta de drogas.
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La posición del Gobierno de Gustavo Petro
La semana pasada, el primer mandatario asistió a un evento con cultivadores en el Catatumbo y reiteró cuál es la política de seguridad respecto a la lucha contra las drogas en Colombia. En primer lugar, puntualizó que desde su administración no se pretende permitir la cocaína, sino que se buscará capturar a los dueños de ese producto y no a quienes cosechan la hoja de coca.
“Cuando decimos que no vamos a atacar a un campesino, cuando decimos que le vamos a comprar su cosecha mientras transformamos la región para que se pueda volver productiva en las economías legales —explicó el presidente— no estamos diciendo que vamos a permitir la cocaína”. Por medio de la fuerza pública, prometió capturar “a los dueños de la cocaína del mundo”, con capacidad de inteligencia y “el blindaje ante el dinero del poder”.
También manifestó que el narcotráfico es “el principal rival de la tranquilidad nacional”; sin embargo, como se ha transformado tanto, combatir el problema requiere de nuevas capacidades diferentes a la fuerza militar. “Perseguir ese crimen no es un asunto exclusivamente de fusiles, de Ejércitos o de agentes de Policía”, precisó Gustavo Petro y comentó cómo se ha globalizado la situación con multinacionales del crimen que tienen relaciones en diferentes países.
“Si el crimen ha pasado en su organización las fronteras, las nuevas organizaciones estatales multilaterales para combatirlo tienen que ver con el cerebro y las matemáticas, con la inteligencia, que con la fuerza pura militar”, destacó el jefe de Estado. Por esa razón, lo que discutió con la cúpula militar es que la operación de antinarcóticos en Colombia “no será la guerra entre la fuerza pública y el campesinado de Colombia, sino que tiene que ser la interdicción, detener los grandes cargamentos”.
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