El ELN anunció que levanta paro armado en Chocó

La amenaza del grupo terrorista estaba vigente desde el 15 de diciembre, afectando a más de 30.000 personas que permanecían confinadas en cinco municipios

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Foto de archivo. Guerrilleros del
Foto de archivo. Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) navegan en una lancha en las aguas del río San Juan en las selvas del departamento del Chocó, Colombia, 30 de agosto, 2017. REUTERS/Federico Ríos

En la mañana del martes 20 de diciembre, el Ejército de Liberación Nacional anunció que da por terminado el paro armado en el departamento de Chocó y algunas zonas del Valle del Cauca. La medida se había hecho efectiva desde el 15 de diciembre a las 6 de la tarde, por lo que las comunidades de Nóvita, Litoral de San Juan, Sipí, Medio San Juan e Istmina no podían desplazarse con libertad.

El desplazamiento, el confinamiento y el desabastecimiento de diferentes productos se había agravado en el departamento después de la declaratoria de la guerrilla y alrededor de 30 mil personas estaban confinadas en los municipios mencionados. A través de un comunicado, el grupo armado informaba que los ciudadanos tenían prohibido desplazarse por los ríos San Juan y Calima, que son las principales vías fluviales, hasta nueva orden.

Ahora, después de levantado el paro armado, el ministro del Interior, Alfonso Prada, celebró a través de su cuenta de Twitter la noticia:

El ministro del Interior celebró
El ministro del Interior celebró la noticia.

A través de un video, el ELN había anunciado que haría un cese unilateral al fuego con motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, pero no dejaba claro si seguía el paro armado en Chocó o no.

El presidente Gustavo Petro también celebró el anunció de la guerrilla:

Celebró el anuncio del ELN.
Celebró el anuncio del ELN.

La Iglesía Católica había pedido al grupo guerrillero que levantara el paro armado. Al departamento viajaron el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor; el obispo de Istmina y administrador de la Diócesis de Quibdó, monseñor Mario Álvarez, y Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Los representantes de la institución católica estuvieron en los municipios de Istmina y Quibdó y entregaron los datos sobre las afectaciones de esas poblaciones debido a la declaratoria que había hecho el ELN.

“Hemos vivido el asesinato reciente en Negría —corregimiento de Istmina— de un joven y la desaparición de otro”, precisó Héctor Fabio Henao, quien también es acompañante permanente en la mesa de diálogo entre el Gobierno nacional y el ELN. Esa información la conoció debido a que él y los demás miembros de la Iglesia se reunieron con defensores de derechos humanos, líderes sociales y campesinos de la zona.

En Quibdó, “nos registran 180 asesinatos este año hasta el momento, 75 % de ellos jóvenes”, puntualizó Henao ante el diario El Tiempo. De acuerdo con el delegado, la situación les genera una gran preocupación porque “hay un clamor por los desaparecidos de este territorio”, debido a que hay un registro de 23 personas en esa situación en el municipio.

Hablando específicamente del paro armado, “nos hablan de 34.114 personas confinadas —explicó el delegado ante el medio de comunicación— Es decir, en este departamento, diariamente se confinan aproximadamente 107 personas”. A eso también se le suma que un promedio de 20 personas son desplazadas a diario del Chocó, por lo que los representantes del catolicismo catalogaron “la problemática humanitaria de grandes proporciones”.

Por su parte, el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, manifestó ante Noticias Caracol que es necesario tener más oportunidades para los jóvenes en el departamento. “Los que han entrado en estas organizaciones están sosteniendo familiares porque no tienen otra oportunidad. Yo no justifico, pero entiendo”, señaló el representante del papa Francisco en el país.

El monseñor también se refirió al cese al fuego unilateral que declaró el ELN a partir del 24 de diciembre hasta el 2 de enero de 2023. “Es un gesto esperanzador. Que callen las armas para que tengamos una Navidad en paz —precisó Montemayor— No es demasiado, pero es posible porque el dedo en el gatillo lo tienen ellos”.

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