Este 20 de diciembre, la emisora W Radio reveló que la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe Sivia Gette fue llamada a juicio por el asesinato del arquitecto y ganadero Fernando César Cepeda Vargas, ocurrido el 22 de agosto de 2003 en Barranquilla (Atlántico). El Tribunal Superior de Barranquilla tumbó una solicitud de nulidad hecha por la defensa de Gette, por lo que la acusación en contra de la mujer quedó en firme.
La historia del asesinato
Silvia Gette nació en noviembre de 1951 en Buenos Aires, Argentina, y desde niña se dedicó a ser bailarina. Posteriormente, conoció José Pepe Bronce, dueño de una compañía de baile, que la invitó a una gira por Sudamérica. Así fue como llegó a Colombia en 1987, y en un espectáculo para adultos en Bogotá conoció a Mario Ceballos Araujo, exmagistrado del Tribunal Administrativo del Atlántico y fundador de la Universidad Autónoma del Caribe, en 1967.
Se enamoraron, se hicieron novios y se casaron. Gette empezó a trabajar como ‘coordinadora artística’ de la Universidad, donde Ceballos era rector. Pronto, la mujer empezó a escalar por otros cargos administrativos hasta llegar a ser directora administrativa. Esto no le gustaba nada a las otras directivas de la institución, que entendían que Gette tenía “embobado” al rector.
Así que en 1995 se autodeclaró como víctima de ‘complot’ y por ello denunció penalmente al entonces vicerrector, Antonio Vallejo; a la hija del rector, María Paulina Ceballos, y al esposo de esta, Fernando Cepeda Vargas, el hombre asesinado por el que ahora irá a juicio.
Los tres fueron capturados y acusados por la Fiscalía por el delito de concierto para delinquir agravado. Pero, en 1999, un juez en Medellín los absolvió de las acusaciones y fueron liberados.
Ese mismo año, el abogado de Gette, John Jairo Ramírez, confesó a la Fiscalía que la mujer había sobornado a investigadores y fiscales del caso. Aseguró incluso que al investigador principal le daba una suma mensual y que hasta le había pagado un aguinaldo. Por estas declaraciones a la mujer se le abrió una investigación. En 2001 el abogado ratificó sus denuncias y en 2002 fue asesinado.
En 2003 Mario Ceballos murió por cirrosis, según Medicina Legal, y Gette asumió la rectoría de la Universidad. Ese mismo año, en agosto, Fernando Cepeda también fue asesinado mientras conducía su automóvil en la capital del Atlántico.
Poco se investigó sobre la muerte de Cepeda. Su esposa fue a la Fiscalía para preguntar acerca de los avances en las investigaciones, pero le respondieron que el caso estaba cerrado y “que no había nada que hacer”. Por años, la investigación se mantuvo atascada, hasta que en 2011 dos exparamilitares señalaron en una audiencia de Justicia y Paz a Gette como responsable del crimen.
Se trata de Édgar Ignacio Fierro, alias Don Antonio, y Jhonny Acosta Garizábalo, alias 28, quienes declararon ante la Fiscalía que Silvia Gette pagó 150 millones de pesos por la muerte de Fernando Cepeda. El ente acusador recogió las pruebas necesarias y llegó a la conclusión de que Gette sería “determinadora del delito de homicidio agravado”, basándose en varios testimonios que la señalan de tener diferencias personales con el ganadero.
La Fiscalía señala que para el asesinato, Gette se contactó con jefes del Bloque Norte de las Autodefensas. “Esta versión fue reafirmada por varios postulados a Justicia y Paz, entre ellos, Édgar Ignacio Fierro, alias Don Antonio, entonces cabecilla del Frente José Pablo Díaz de las AUC, estructura que ejecutó el crimen”, detalló en un comunicado.
El motivo habría sido por una lucha de poder: Cepeda trataba que Gette no se quedara con todo el imperio montado por su esposo Ceballos. También trascendió que el presunto responsable de cometer el crimen habría sido Rafael Velilla, alias el Costeño, un exsicario al servicio de las AUC que fue a la cárcel.
En 2014, la esposa de Cepeda e hija de Ceballos, María Paulina Ceballos, fue vinculada al caso. Pero, en 2020 fue absuelta del mismo al demostrarse que la investigadora del CTI Martha Lucía Pinilla había desviado las pruebas en la investigación del homicidio del ganadero, a cambio de 80 millones de pesos de Gette. La funcionaria fue sentenciada por los delitos de soborno en concurso homogéneo con fraude procesal a cuatro años y nueve meses de prisión.
De esta forma, la investigación contra Gette siguió su curso. En 2019 fue condenada por otro caso, desfalcar a la Universidad del Atlántico. Ahora, la justicia decidió el pasado 15 de diciembre dejar en firme la acusación contra la mujer de haber participado en el asesinato de Cepeda.
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