Los colados en el sistema de transporte masivo de la capital colombiana, TransMilenio, siguen siendo uno de los dolores de cabeza que enfrenta el Distrito. Por ello, para atacar esa situación, desde hace unos días la empresa inició con la instalación de puertas anticolados que buscan evitar la evasión del pasaje y, a su vez, que los ciudadanos no arriesguen sus vidas intentando ingresar a las estaciones por donde no se debe.
Por ahora, TransMilenio inició con ocho de las 693 estaciones que tienen identificadas para lograr que los bogotanos entren por los torniquetes y validen sus pasajes. Esta iniciativa empezó por varias de las estaciones que, según la compañía, es donde más hay colados: Marly, la Calle 63, entre otras, de la troncal Caracas.
Esta iniciativa hace parte de lo que TransMilenio viene trabajando de la mano de la Alcaldía de Bogotá para promover la cultura ciudadana, la mejora de la infraestructura del sistema, el monitoreo y la fiscalización de todo lo que ocurre en portales, estaciones y avenidas.
La inversión
Parar lograr esta ambiciosa iniciativa, que se suma a varias de las estrategias infructíferas que han ideado para evitar los colados, TransMilenio gastará más de 52 mil millones de pesos para adecuar las cerca de 700 puertas de las diferentes troncales que posee.
Estos elementos, que buscan concientizar de que no hay que entrar a las estaciones por donde los articulados dejan y recogen a la gente, son de un tamaño más grueso, de un material más resistente, y en su mayoría son de color gris. Además, de acuerdo con la misma empresa, poseen un sofisticado sistema de bloqueo para que solo abran y cierran cuando los buses arriban a su destino.
Así mismo, se conoció que las nuevas puertas anticolados están conectadas a un centro de mando especializado que, supuestamente, avisará si estas presentan fallas durante la operación del sistema de transporte masivo.
Los más de 50 mil millones que utilizará la empresa serán para garantizar que los elementos funcionen adecuadamente. Sin embargo, hay que resaltar que se tienen previstos únicamente para dos años, es decir que en el 2025 habría que hacer una nueva inversión para la instalación, suministro, mantenimiento y demás labores relacionadas al tema.
La licitación, por su parte, estaba aprobada desde el 2019, según reporta la empresa en su página web, que asegura que fue mediante el radicado LP-12-2019, con el que se aprobaba el piloto que empezó a implementarse durante el 2020 en algunas de las estaciones de la ciudad. Allí, se evidenció que fueron cuatro los finalistas para hacer la contratación; se habían presentado, en primera instancia, siete oferentes.
Fue la troncal Caracas Sur, en la estación Santa Lucía, donde se determinó qué tan efectivas eran esas puertas, si cumplían el cometido de evitar que los ciudadanos evadieran el pago del pasaje y si le permitían a la gente una confianza dentro del sistema. Algunos de los ítems que se determinó debían contar estos elementos fueron:
-Soportar condiciones de uso e interacción con el usuario.
-Caja de mecanismos con llave de seguridad.
-Reemplazo de vidrios por láminas metálicas microperforadas.
-Rieles superior e inferior anti descarrilamiento.
-Bloque mecánico en posición de cierre (impide apertura forzada).
-Perfiles anti aplastamiento.
-Señalización luminosa y auditiva (condiciones de accesibilidad).
-Botón de apertura local con activación o desactivación remota.
-Deberán contar con un Sistema Inteligente de Monitoreo.
Otras estrategias
El Distrito y TransMilenio, además, desplegaron una serie de charlas pedagógicas, a cargo de gestores sociales, con el fin de concientizar a la gente a que deje de colarse, no vandalice el sistema y lo cuide. Estas iniciativas se están dando en la Caracas, la carrera 10, NQS Sur y calle 80. El nombre que le dieron fue ´Plan Padrino’.
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