Pasión de Gavilanes en su primera temporada, fue una de las novelas más icónicas en la televisión colombiana por cuenta de sus locaciones, la temática que manejaba en aquella temporada y el carácter de algunos personajes como el interpretado por Jorge Cao que dio vida al abuelo Martín.
Sin embargo, hay quienes recuerdan a Andrés Felipe Martínez, quien interpretó a Malcom, el servil mayordomo de las Elizondo cuando Gabriela decidió casarse con Fernando Escandón. Este villano llega junto a Carmela para mortificar a las hermanas Elizondo y aliarse en contra de los hermanos Reyes.
La vida de este actor colombiano cambió repentinamente, cuando la pandemia lo puso a prueba con una difícil situación económica. Martínez decidió vender gran parte de sus pertenencias y emprendió rumbo hacia los Estados Unidos para poder mejorar su economía y la de su familia, pero esta decisión tuvo algunas consecuencias que narró para el programa La Red de Caracol Televisión.
En su relato, contó que los días en Miami no han sido fáciles, ya que se fue como cualquier migrante a trabajar en el país del tío Sam, desde hacer aseo en casas de familia y en la actualidad es empleado de una empresa de envíos.
“Yo decidí tomar el riesgo y vine a radicarme legalmente, por lo que ya tengo seguridad social y permiso de trabajo”, señaló el actor al programa de chismes de Caracol, en el que contó que buscó ayuda de una abogada para buscar la “visa de talento” o “habilidades especiales”.
Relató que ha tenido momentos muy difíciles por cuenta de la ausencia de sus hijos en los Estados Unidos, por lo que en ocasiones ha pensado en devolverse. Sin embargo, esto le ha servido para sacar fuerzas cuando siente que ha perdido la batalla para seguir trabajando por el bienestar de ellos.
“Yo esto lo estoy haciendo por mis hijos, seguramente si no tuviera a mis hijos estaría en Colombia… Aquí se sufre mucho, las condiciones son muy difíciles, pero hay una gran diferencia: mientras que en mi país haciendo un trabajo como el que yo hacía el año pasado, no me daba para comer, aquí sí”, agregó el actor colombiano.
También dijo que en Estados Unidos ha podido ahorrar en comida, porque no suele alimentarse muy bien y en vivienda, uno de los ítems más costosos en la vida de las personas, pues vive en un apartamento acompañado de otras personas en la ciudad de Miami.
“Me tocó dormir en el suelo, porque prefería quedarme en un sitio específico y no regresar a mi casa porque me costaba tiempo y dólares”, recordó. Además, señalo que fue en uno de los trayectos que recorría en bus que se encontró con un colombiano que lo reconoció y lo rescató por el peligro que se corre en las calles del sector en el que estaba ubicado.
Lo más difícil para el actor fue dejar a tras a sus hijos para brindarles una mejor calidad de vida, por lo que cada vez que habla con ellos queda un vacío en su corazón.
“Cuando hablo con mis hijos, siento la soledad más grande. Eso me parte el corazón, me hace sentir que las fuerzas me faltan y me provoca salir corriendo a abrazarlos. Pero sé que si hago eso mis hijos se van a quedar sin futuro y al cabo de dos meses nos vamos a morir de hambre. Es un sacrificio”, confesó.
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