Esta semana las autoridades, junto a la Gobernación de Cundinamarca, destruyó cerca de 30 toneladas de licor adulterado que iban a ser distribuidos por diferentes bandas para su comercialización en varios puntos del departamento, sobre todo en Bogotá, en esta época decembrina.
Estas 30 toneladas se suman a cerca de 18 toneladas que habían sido destruidas en los últimos días en un trabajo conjunto entre Administración Departamental y la Policía, en las que las autoridades han enfatizado los perjuicios nefastos que puede acarrear para la salud de quienes consumen este tipo de licor que no cuenta con ningún tipo de control sanitario, que puede ir desde parálisis, ceguera hasta la muerte.
Ricardo Arteaga, de 54 años de edad, es una de las víctimas del trago adulterado, pues lo dejó con una parálisis de la cual se ha podido recuperar, al igual que problemas en el habla y una ceguera de por vida.
Arteaga aún recuerda el inicio de ese karma para él, todo inicio en un bar de Teusaquillo, cuando estaba celebrando su cumpleaños, se acuerda que consumió una botella de vodka y de ron, alguna de estas dos sustancias fueron las que lo llevaron a perder por un buen tiempo su motricidad y su visión para siempre.
“Entro a la UCI y me doy cuenta que ya no caminaba. Y yo decía: ‘pero por qué no prenden la luz’, hasta que un día me dicen: ‘Ricardo, tengo que decirte que quedaste ciego”, dijo Arteaga a Semana.
Ricardo aún recuerda un frio comentario que le dijo una de las enfermeras en ese entonces tras conocer que no volvería a ver:
“Llora, llora, porque yo de ti me tiraba de un quinto piso”, recuerda Ricardo que le dijo una enfermera hace 27 años tras enterarse que no recobraría la visión.
El licor adulterado ha ensombrecido esta temporada familiar de Navidad y Fin de año a decenas de familias que ha visto como estos tragos sin ningún control sanitario se ha llevado a sus seres queridos.
Con corte al 12 de diciembre, las autoridades han señalado que han fallecido 23 personas tras ingerir licor adulterado en diferentes zonas de la geografía colombiana.
En su mayoría, las autoridades han señalado que en Bogotá por lo menos 32 personas han resultados intoxicados por metanol, o alcohol industrial, que no es apto para el consumo humano.
El gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, ha señalado a las bandas que delinquen con la comercialización de trago adulterado de ser “asesinos, pues estas estructuras delincuenciales, en su afán de obtener ‘jugosas ganancias’ ahorran dinero, pues en vez de emplear etanol, usan metanol o alcohol de leña al momento de fabricar los licores que tratan de falsificar.
“Hemos ofrecido una recompensa de 20 millones de pesos para quienes nos den información sobre estos criminales”, dijo recientemente el gobernador García con el fin de acabar por la comercialización de licor adulterado.
Cabe recordar que la problemática se evidenció el pasado 2 de diciembre cuando el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, conocido también como Invima, lazó una alerta sobre la adulteración de licor de las marcas Rey de Reyes y Old John, y la comercialización ilícita de un licor llamado Cabañita, que no cuenta con registro de esta autoridad sanitaria.
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