Habitantes del corregimiento El Valle, ubicado en el municipio de Bahía Solano, Chocó, se tomaron desde la 8 de la mañana del 14 de diciembre la pista de aterrizaje del aeropuerto José Celestino Mutis para exigir la construcción de un muro de contención que los proteja de los desbordamientos del río Valle, el cual se ha llevado diez viviendas en la última semana. Por ese motivo, la operación del aeropuerto, donde aterrizan siete vuelos al día, tuvo que ser suspendida.
Uno de los manifestantes le dijo a Turbaco News que no permitirán la operación de la terminal aérea hasta que el Gobierno nacional no brinde una solución a sus necesidades. “Estamos aquí porque necesitamos que nos construyan el muro de contención, ya hemos perdido 93 casas y no vamos a permitir que siga pasando”, puntualizó.
La administración municipal de Bahía Solano ya presentó un proyecto ante la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para atender a la comunidad de El Valle, y está a la espera de su aprobación y de la destinación de los recursos necesarios, que ascenderían a unos 36.000 millones de pesos. Para este jueves se espera la presencia de autoridades de nivel nacional con las que se pueda firmar un compromiso y se pueda establecer un cronograma claro en el que empezarán las construcciones. Principalmente, buscan representantes de la UNGRD y del Ministerio de Vivienda.
“Esa obra se requiere en el corregimiento del Valle, sobre el margen del río que lleva el mismo nombre. Este río, con el efecto del invierno, ha originado el fenómeno de la erosión. En lo que va corrido del año, ya se ha llevado más de catorce viviendas. Es una situación que viene desde hace rato, pero viene incrementando”, dijo Carlos Mario Cardona Pérez, representante de la Personería del Pueblo.
La entidad califica esta situación como crítica, porque las 14 familias damnificadas han tenido que dejarlo todo por haber construido sus viviendas a orillas del río. Incluso, algunos otros habitantes determinaron desbaratar sus casas para armarlas en otras zonas con menos riesgo.
“Lo que han dicho es que la manifestación y el cierre en el aeropuerto será indefinido. Ellos piden celeridad en este caso y dicen que no se moverán hasta que pase algo importante. Yo no he podido viajar a la zona para tratar de mediar entre las partes por el mismo problema, no hay vuelos y todos estamos afectados”, agregó el personero municipal.
Igualmente, los manifestantes afirman que no darán su brazo a torcer y no despejarán la pista. De hecho, tres vuelos provenientes desde Medellín tuvieron que ser cancelados el pasado 14 de diciembre debido a las protestas; uno de Easy Fly y dos de Satena, y ocho avionetas no pudieron salir del aeropuerto.
Estas cancelaciones afectaron a un promedio de 100 pasajeros. Satena informó a través de un comunicado que “ante estas circunstancias de orden público la operación programada para el día de hoy hacia este destino, fue suspendida”.
Además, agregó la aerolínea que la suspensión se debió a que “no se contaba con las garantías operacionales y de seguridad para la realización de los vuelos desde y hacia esta ciudad”, y concluyeron que en la medida que se restablezca en Bahía Solano se reanudará la operación.
Según la Personería, al menos 60 turistas estarían atrapados en esa zona del país, ubicada en el noroccidente del país, en la costa norte del Océano Pacífico.
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