Luego de varias semanas, y previendo que este año demanden la reforma tributaria, por fin este martes 13 de diciembre el presidente de la República, Gustavo Petro, sancionó ese proyecto con el que busca recaudar casi 20 billones de pesos para financiar sus programas de Gobierno. En medio de su discurso, opinó de algunos temas coyunturales.
Por ejemplo, pese a que varios de los artículos salieron a flote, el que pretendía que se gravaran las mega pensiones se hundió aunque se intentó mantener con peleas, proposiciones, entre otros. Al respecto, el jefe de Estado se mostró frustrado porque esa iniciativa, que era una de sus promesas de campaña, no logró materializarse.
“Siempre hay temas que no se logran; a mí sí me hubiera gustado el impuesto a altas pensiones, siempre quedará la duda si lo hubiéramos logrado”, aseguró el presidente Petro.
Además, frente a la devaluación del peso colombiano respecto al alza del dólar, el mandatario dijo que en las últimas semanas esa divisa se había mantenido y dijo que, a su juicio, los mercados se estabilizaron y tienen una supuesta mejor percepción frente a su gobierno.
“Es difícil vaticinar, pero indudablemente en las últimas semanas ha existido estabilidad y tendencia a la revaluación, lo cual significa una percepción diferente en el mercado y en el flujo de los dólares, que son los que al final determinan una tasa de cambio”, comentó.
De hecho, se refirió a las críticas que la oposición y otros sectores le hacían a la reforma tributaria, a la que sindicaron de “provocar una caída del peso colombiano”, según Petro. Pero, de acuerdo con lo que dijo este martes, “esa primera crítica no funcionó”.
Sin embargo, el jefe de Estado erró en los datos con los que sustentó sus afirmaciones. En primera instancia, aseguró que “la tasa de cambio actual es de 4760 y pico”. Aunque tuvo una impresión porque la tasa de este martes evidenció que el dólar en Colombia estaba casi 50 pesos por encima del precio que entregó Petro.
Además, aseguró que esa tasa era casi “la misma con la que recibimos el gobierno”. Sin embargo, aquí volvió a equivocarse. El día que Gustavo Petro asumió el poder, el pasado 7 de agosto, el dólar rondaba los 4.337 pesos. Eso sí, volvió a echarle flores a su gobierno en la gestión para controlar la oscilación de esa moneda y aseguró que esta ya se encontraba en una fase de “estabilidad y tendencia a la revaluación”.
En otros apartes de su pronunciamiento, el mandatario de los colombianos dijo que uno de los principales retos para el 2023, que supuestamente serán solventados con la reforma tributaria, será “financiar la economía popular”. ¿Cómo lo logrará? Esto dijo, donde se refirió a cómo promoverá la disminución del desempleo.
“Financiar la economía popular puede ser la mejor medida anticíclica para el próximo año, porque es allí donde se está produciendo la mayor parte de los puestos de trabajo. Al final, más que el PIB (Producto Interno Bruto), la variable fundamental son los puestos de trabajo: si disminuyen o aumentan. Hasta la fecha, los datos son muy positivos. Hay una serie de datos positivos que permiten cierto optimismo hacia el año entrante”, agregó Petro.
Además, el presidente colombiano dijo que como congresista estuvo en 15 sanciones de reformas tributarias que, según él, “giraban alrededor de los mismos ejes que básicamente consistían en extender el IVA a la canasta básica familiar, originando lo que ya las estadísticas muestran fehacientemente que las reformas tributarias nunca, en la época contemporánea, mejoraron las circunstancias de desigualdad social de la sociedad colombiana”, añadió.
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