La criminal práctica de comercializar licor adulterado ha cobrado la vida de 23 personas en Bogotá, entre los 38 intoxicados que se reportaron en la ciudad, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud de la capital. Aparte de ellos, William García, quien produce la bebida Rey de Reyes, afirma que también es víctima por la falsificación de ese aperitivo de aguardiente.
“La marca está totalmente constituida y no tiene nada que ver, me siento afectado por la empresa y por todos los que vivimos de ella”, expresó en la emisora Blu Radio.
García es representante legal de Vinos y Licores de Colombia S.A.S. compañía que entre otros licores, produce la mencionado bebida por la que las autoridades en la capital colombiana, y del vecino municipio de Soacha (Cundinamarca), han alertado por los reportes de personas fallecidas tras consumirla.
“Se nos tiraron la temporada”, agregó en la emisora, luego de que a pesar de cumplir con los requisitos para producirla, entre los que están contar registro legal hasta 2025 para la misma y proveerse del alcohol etílico desde la Fábrica de licores de Cundinamarca, el Invima le ordenó parar su fabricación y congelar los productos que estaban a punto de ser comercializados.
Añadió en la entrevista en el medio radial que de la empresa obtienen su sustento 12 empleados que también sufrirán las consecuencias de los inescrupulosos que adulteran esa bebida.
Tras estos hechos que enlutaron en esta Navidad a 23 familias, las autoridades iniciaron una ofensiva en contra de los falsificadores y se logró desmantelar a la banda de ‘Los Químicos‘ que distribuía alcohol adulterado en el centro del país y la costa Caribe, la cual acopiaban en el barrio Galán, de la localidad de Puente Aranda en el centro occidente de Bogotá.
La estructura criminal fabricaba licor en ollas, canecas y recipientes de cuestionable higiene, además de usar material reciclado como las botellas y en algunos casos las tapas, aunque la Fiscalía General de la Nación detallaron que los señalados criminales contaban con contactos que le suministraban esos elementos, incluso las marcas de seguridad fraudulentas.
“Un fiscal de la seccional imputó a Ramón Eliecer Marín, María Cristina Amaya y Emma Socorro Pabón los delitos de concierto para delinquir, corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico, usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos obtentores de variedades vegetales e imitación o simulación de alimentos de alimentos, productos o sustancias”, señalaron en el organismo investigador.
La banda remplazaba el alcohol etílico con metílico que se usa como disolvente de pintura, en plaguicidas, plásticos y hasta en ciertos tipos de combustible, reseñaron en el diario El País de España.
Agregaron que esta sustancia tiene consecuencias irreversibles en seres humanos como la pérdida de la visión, daños en el sistema nervioso central, dificultades respiratorias y hasta la muerte.
Leonard Cahuao, de 49 años, contó en el informativo de televisión Noticias Caracol, que se salvó de milagro ya que consumió algunas copas de Rey de Reyes y Cabañita.
“Ahorita, estoy muy agradecido por todo lo que pasé en el hospital, como me trataron porque si no llego a tiempo, no estuviera contando esto”, relató en el noticiero.
Narró que permaneció en una Unidad de Cuidados Intensivos durante una semana y desafortunadamente sufrió daños en su visión. “Yo llegué y no coordinaba, cuando abrí los ojos, ya yo estaba entubado”, añadió.
Para prevenir una tragedia en estas festividades decembrinas, la Secretaría de Salud le pidió a los ciudadanos adoptar la siguientes medidas a la hora de comprar y consumir licor:
- No consumir bebidas destiladas producidas en alambiques o de otras formas artesanales.
- No comprar bebidas alcohólicas en la calle.
- No recibir licores de personas desconocidas.
- Desconfiar de precios más bajos de los que regularmente están en el mercado.
- Comprar bebidas alcohólicas únicamente en comercios legales y autorizados.
- Revisar los envases y el rotulado antes de consumir licores.
- Una vez consumida la bebida alcohólica, destruir la etiqueta.
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