El ritmo menor de crecimiento esperado de la economía, el incremento en la carga tributaria, la depreciación fuerte del peso colombiano y la inflación alta con costos mayores de financiación erosionarían el flujo de caja operativo (FCO) esperado de los corporativos colombianos.
Así lo explicó este martes la calificadora Fitch Ratings al dar a conocer una perspectiva “en deterioro” para este sector en Colombia, el cual, según la misma, refleja la expectativa de un entorno operativo retador.
Fitch Ratings precisó que las empresas comenzarían 2023 con estructuras de capital con apalancamientos moderados y vencimientos, por lo regular, de largo plazo que le daría margen de maniobra a los corporativos calificados para enfrentar condiciones adversas.
Esta recordó que se prevé un ritmo menor de crecimiento de la economía colombiana para 2023 a 1,86 %, luego de dos años muy positivos de recuperación de la actividad económica de 10,6 % en 2021 y 7,0 % esperado para 2022.
Además, que la actividad esperada menor responde a las expectativas de un debilitamiento de la economía global, de reducción de la demanda externa e interna en medio de presiones inflacionarias y políticas monetarias restrictivas que limitan la liquidez y encaren el costo financiero.
Al respecto, la directora senior de Fitch Ratings, Natalia O’Byrne, aseguró que los corporativos están siendo cautos en la toma de decisión de inversión en espera de condiciones macroeconómicas más estables y mayor claridad del alcance de las múltiples reformas en discusión.
“Las expectativas de reducción de demanda externa e interna en medio de presiones inflacionarias y políticas monetarias restrictivas limitan la liquidez y encaren el costo financiero más adverso, hacen prever un crecimiento de ingresos y Ebitda de un dígito bajo con comportamientos planos de los flujos de caja, que restringen el efectivo disponible para inversión y retorno para los accionistas”, mencionó.
La perspectiva de Fitch Ratings para la mayor parte de las calificaciones aún es “estable”. Si bien se observa un leve aumento del balance neto de perspectivas de calificación en 2022 respecto a 2021, el 77 % de las calificaciones en escala nacional mantienen una perspectiva “estable” frente a un 14 % con una perspectiva/observación “negativa” asociada principalmente a los atrasos del proyecto Hidroituango, apalancamiento mayor y dificultades de liquidez.
“La estabilidad de las calificaciones refleja la concentración del 67 % del portafolio en compañías de sectores regulados, cuyos flujos estables y apalancamientos, en general, moderados soportan la estabilidad de las calificaciones”, indicó la calificadora.
Escenario complejo
En noviembre pasado, Fitch Ratings advirtió que aunque en lo corrido de este año Colombia tiene un desempeño económico favorable, tras tener un crecimiento anual del producto interno bruto (PIB) de 12,6 %, a junio de 2022, se tiene en cuenta que este creció impulsado por un consumo interno robusto y un crecimiento de las exportaciones de 51,9 %.
“La fuerte ralentización de la actividad económica advertida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para el 2023 supondrá un escenario complejo para el país, entendiendo que, los principales pronósticos no dejan ver un escenario de recesión en el mismo”, señaló el reporte.
De acuerdo con la consultora, debido a que el peso colombiano se depreció más del 20 %, el panorama tendrá en cuenta mayores precios de las materias primas y términos de intercambio.
Sin calificación
Este martes, según La República, la calificadora confirmó que este mes tendrá un comité de evaluación para cerrar el año, pero aún así Colombia no mejorará la nota de calificación crediticia.
Aunque hace unos meses se decía que la propia reforma tributaria podría dar un impulso, el director para América Latina de Fitch, Richard Francis, dijo que “tenemos una perspectiva estable y me parece que, por los riesgos balanceados, el país puede seguir en la categoría BB+”.
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