En la noche del 10 de diciembre, el Sistema de Regional de Áreas Protegidas del Caribe Colombiano (SIRAP) se solicitó la alerta roja para proteger a los corales. Estos importantes sistemas de vida se encuentran amenazados por una enfermedad latente, confirmada en 25 países. La alarma roja llega hasta el Archipiélago de San Andrés, donde se han realizado varios estudios que confirman su presencia.
El llamado está dirigido al Gobierno Nacional y al Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible, de forma que la pérdida de tejido de coral sea incluida en el Plan Nacional de Desarrollo, según información compartida por la Revista Semana.
Desde este mismo medio, se expone que el llamado fue realizado desde el Foro Internacional Acciones Estratégicas para enfrentar la Enfermedad de Pérdida de Tejido de Coral y fue realizado por Jesús León Insignares, cabeza del SIRAP Caribe. Su llamado es a declarar la alerta roja ambiental, de modo que se implementen medidas inmediatas que permitan mitigar los daños.
Desde mayo se viene reportando la presencia de la enfermedad en San Andrés, como ya lo denunciará el biólogo marino y científico de Coralina, Alfredo Abril Howard, para Infobae, quien en su momento declaro:
“Tenemos aguas claras, con temperatura poco variable, condiciones casi estables y una muy buena visibilidad (en las zonas de corales) lo que genera confianza para los buceadores, y esto hace que sea muy visitado por los buzos. Adicionalmente, estas barreras residuales o estos arrecifes generan una protección a la línea de costa para evitar procesos erosivos, y la pérdida de esta bajará mucho los ingresos de la industria del buceo y adicionalmente podría perderse la seguridad alimentaria y podría afectar la erosión costera.”
Le puede interesar: Cuál es la enfermedad que ataca a los corales y tiene en alerta el archipiélago de San Andrés
Los Parques Nacionales Naturales también están en riesgo
En el informe Parques Nacionales Cómo vamos, revelado el pasado 5 de diciembre, titulado “Diversidad y territorios para la paz” basado en un análisis de 29 indicadores. Se alertó que “entre el 2017 y el 2020 en el Sistema de parques se deforestaron 68.481 hectáreas de bosque, 75 % de las cuales se perdieron en cinco parques, Tinigua, Sierra de la Macarena, Chiribiquete, Paramillo y La Paya, lo que representó el 11 % del total nacional de deforestación”.
Parte de los resultados presentados expone que si bien la estrategia de declarar zonas naturales como Parques Nacionales permite reducir problemas como en de deforestación, su capacidad no logra contener toda la pérdida de bosque.
Al referirse sobre la ganadería, el documento informa que el periodo comprendido entre 2018 y el 2020 aumentó el 10 % en los municipios próximos a los Parques Nacionales. Especialmente en las regiones de Paramillo (entre los departamentos de Córdoba y Antioquía), el Arco Amazónico y el Chiribiquete.
También se encontro una relación entre los espacios con mayor riesgo de incendio o puntos de calor, la deforestación y la ganadería con el acaparamiento de la tierra. Afectando a los parques y la biodiversidad que resguardan.
Frente a los cultivos de uso ilícito, el informe apunta a que es un área menor a la deforestada, sin que esto reste importancia a su impacto, ya que aumentó en 21 % refrente a los años anteriores. En este aspecto, los parques más impactados son: Catatumbo, Munchique (Cauca), La Paya (Putumayo), Farallones (Valle del cauca), Sanquianga (pacífico) y Chiribiquete.
Los Parques Nacionales Naturales de Colombia cobijan el 17 % del área de coberturas naturales terrestres del país, 21 % de los bosques de Colombia, y aproximadamente el 30 % de la biodiversidad. Resguardan cerca de 1.606 especies endémicas y el 38 % de las especies amenazadas.
Seguir leyendo: