Cinco tendencias tecnológicas que cambiarán el mundo de la educación en el 2023

La tecnología educativa o las EdTech alcanzará una valoración de los 377.850 millones de dólares en el 2028, según un informe

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La inteligencia artificial (IA) es
La inteligencia artificial (IA) es una de las herramientas para mejorar la educación de los jóvenes.

La tecnología hoy se convirtió en una de las mayores oportunidades para el sector educativo, ya que se comprobó que es un instrumento que impulsa la creatividad e inmersión de los estudiantes y fomenta el desarrollo de nuevas metodologías de enseñanza.

Este asunto es mucho más relevante teniendo en cuenta que la pandemia del covid-19 dejó como resultado una de las peores crisis en las aulas de clase, puesto que la pobreza de aprendizaje se incrementó en un tercio en los países de ingreso bajo y mediano, como Colombia, donde se estima que el 70 % de los niños de 10 años no pueden comprender actualmente un texto simple, según el último informe publicado por el Banco Mundial.

Sin embargo, lo positivo es que este contexto también permitió acelerar el crecimiento de la tecnología educativa o las EdTech alrededor del mundo, quienes en la actualidad son las encargadas de desarrollar tecnologías, aplicaciones y herramientas que son aplicadas a las estructuras y actividades del sistema educativo en sus diversos ámbitos y niveles.

Estas, señala el director ejecutivo y cofundador de fidu, Nicolás Giménez, generan grandes ventajas en la educación, permiten la exploración de nuevos conocimientos, fomentan el uso de actividades lúdicas de gamificación o aprendizaje divertido que aumentan el entendimiento y la comprensión, brindan autonomía, impulsan la creatividad y optimizan los procesos administrativos “entre un sinfín de cosas más”.

Y es que el auge de las EdTech dentro del ecosistema educativo tomó tanta fuerza que, de acuerdo con un informe de Grand View Research, el mercado global de esta industria se valoró en 2020 en 89.490 millones de dólares y se estima que tenga una tasa anual compuesta del 19,9 % hasta el 2028, en donde alcanzará los 377.850 millones de dólares.

“Las tecnologías cada vez son más innovadoras y su crecimiento demuestra que su uso es necesario para mejorar la forma en la que se educa. Y si bien, en 2023 encontraremos la aplicación de nuevas herramientas digitales en las instituciones, también será un año cargado de retos por masificar, democratizar y promover el uso de estas herramientas en los colegios”, indicó Giménez.

Teniendo en cuenta esto, Giménez dio a conocer las cinco tendencias en tecnologías que serán fundamentales en los colegios latinoamericanos para el 2023:

- Inteligencia Artificial (IA): Si bien este es un asunto del cual ya se habla en otras industrias, la IA será una de las grandes herramientas en el sector, puesto que la integración con otras tecnologías permitirá entender y adaptar la educación al estudiante y ayudará a que en un futuro se pueda llegar a hablar de la hiperpersonalización en la enseñanza.

De esta forma, los niños pueden explorar las lecciones a una velocidad cómoda y reducir la frustración que surge con los métodos de enseñanza tradicionales, mientras que los maestros no tienen que gastar el tiempo con la revisión de algunos exámenes, ya que este proceso lo puede hacer de manera automática la IA.

- Aplicaciones móviles 100 % personalizadas para la comunidad escolar: Las plataformas estandarizadas ya no van más. En una época de cambios se da la posibilidad a los colegios de contar con una aplicación a medida con el nombre, logo e identidad de su institución para brindarle una experiencia diferencial a su comunidad de padres, estudiantes, docentes y administradores.

Además, permite integrar todas las herramientas digitales que el colegio desee a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API, por lo que significa en inglés) de última generación.

- Realidad aumentada (VR) y realidad virtual (AR): La aparición de estas tecnologías puede ayudar a que el aula se vuelva más interactiva e inmersiva y al mismo tiempo busca involucrar los sentidos de los estudiantes. Además, los ayuda a crear conciencia de sí mismos con la estimulación de la creatividad y con la facilitación de la adquisición de conceptos, lo que mejora las habilidades duras y blandas.

El aprendizaje inmersivo también permite a los estudiantes ver entornos y proporciona una experiencia de aprendizaje divertido. De esta manera pueden experimentar sitios históricos reales y que las lecciones cobren vida.

- Tecnologías financieras para instituciones educativas: Las fintechs para colegios florecen en América Latina y son fundamentales teniendo en cuenta que la mayoría de las instituciones aún basan la cobranza en recibos bancarios, efectivo y hojas de cálculo. Teniendo en cuenta esta problemática, hay soluciones digitales con plataformas que permiten gestionar pensiones, recargos y descuentos personalizados por familia y estudiantes, enviar notificaciones a los padres para ayudarlos a ganarle a los vencimientos, hacer un seguimiento automático de deuda y ofrecer la posibilidad de pagar desde aplicaciones y con múltiples medios, lo cual mejora la recaudación.

- Internet de las Cosas (IoT): Las aulas se deben transformar en espacios de trabajo inteligente, con el objetivo de que los estudiantes sientan una mayor conexión con la realidad. Y la digitalización de objetos físicos a través del IoT puede ofrecer nuevas maneras de trabajar, reservar recursos, coordinar servicios de las instalaciones y compartir información para colaborar.

Un estudio hecho por BlinkLearning reveló que “el uso de las herramientas digitales para la enseñanza aumentó 54 % tras el confinamiento por la pandemia del covid-19”, un hecho que demuestra que hay una oportunidad de incorporar nuevas tecnologías dentro de las escuelas y de promover un verdadero cambio en los métodos educativos y un espacio que fomente la cultura digital en las aulas de clases.

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