Degollado, incinerado y enterrado en la cocina de su propia casa: así fue la muerte del profesor de baile Gamaliel Álvarez en Zipaquirá

Orlando Aberto Rojas Bedoya, alias ‘Pecas’, aceptó cargos en el asesinato y fue condenado a 24 años de prisión

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Gamaliel Enrique Alvarez Garcia. Fotos: tomadas de Facebook.
Gamaliel Enrique Alvarez Garcia. Fotos: tomadas de Facebook.

En días pasados, el director de la fiscalía de la Seccional Cundinamarca, confirmó que un juez de conocimiento de Zipaquirá, dejó en firme la condena por 24 años de prisión contra Orlando Aberto Rojas Bedoya, alias ‘Pecas’, quien aceptó haber asesinado al profesor Gamaliel Enrique Álvarez García en hechos registrados en el 2021 en Cajicá.

En un pequeño municipio ubicado a una hora de Bogotá, el 30 de noviembre de 2021, el cuerpo del profesor de baile fue encontrado enterrado en las paredes de su propia casa. De acuerdo con el informe de las autoridades durante la investigación el 10 de diciembre del año pasado en la casa de Álvarez, se hallaron rastros de sangre del docente que dieron prueba de que el hombre fue degollado y luego incinerado.

“El incendio que ocurrió en la casa fue provocado y se salió de control. En el cuarto de baño se halló una huella de bota, que luego fue encontrada en la casa de Orlando, una puerta incinerada y rastros de sangre de la víctima. Eso nos permite concluir que todo ocurrió en el baño auxiliar de la casa”, leyó en su momento el fiscal en medio de la audiencia.

Según los agentes investigadores del caso, afirmaron que el agresor le propició dos golpes contundentes que acabaron con la vida del profesor de baile, el primero de ellos fue un impacto en la cabeza, y luego otro en su costilla derecha. No siendo suficiente, las autoridades agregaron que después de tener el cuerpo del maestro en el piso, Rojas lo degolló con un arma corto punzante.

Luego para no dejar huella, el asesino habría decidido quemar el cuerpo por lo que lo roció con combustible y le intento prender fuego. Sin embargo, apagó las llamas y creó una bóveda dentro de la vivienda para no dejar rastro alguno del atroz hecho, donde enterró al profesor, en la cocina de su propia casa para que fuera reportado como desaparecido.

Las pruebas del plan reposan en fotos y videos que se revelaron donde se puede ver un baño que quedó con las paredes negras, y en otro lado de la casa un cajón construido con cemento, el cual albergó durante dos meses el cadáver del profesor de ballet y matemáticas.

Captura de Orlando Alberto Rojas Bedoya, alias Pecas, presunto asesino del profesor Gamaliel Álvarez. Foto: Fiscalía
Captura de Orlando Alberto Rojas Bedoya, alias Pecas, presunto asesino del profesor Gamaliel Álvarez. Foto: Fiscalía

Orlando Rojas, de 39 años, nació en Sincelejo, trabajaba como maestro de construcción, y su propósito era ganarse la confianza de Gamaliel Enrique, quien era distinguido en el barrio por no tener muchos amigos. Logró entabalar una amistad hasta que se adentró en la intimidad, al punto de conocer sobre sus finanzas, sus amistades más cercanas, sus pasatiempos y sus movimientos.

Posteriormente a la muerte del maestro de danza, Orlando se quedó con su tarjeta bancaria, su celular y su moto, la cual vendió en nueve millones de pesos falsificando la firma.

Adicional a esto, se hallaron movimientos de Orlando relacionados al crimen, pues cuando vecinos del sector preguntaban sobre el profesor, él decía que se había ido de viaje. Mientras tanto, vía celular, el agresor le escribía a los arrendatarios del profesor que necesitaba que les consignara a una cuenta bancaria, situación que levantó sospechas en la comunidad.

Tras dos meses sin tener rastro del profesor Gamaliel Enrique, una de sus amigas se acercó el 26 de noviembre a la Policía para notificar la desaparición. El día que las autoridades ingresaron a la vivienda se sintió el olor fétido, lo que les sirvió de guía para descubrir el macabro lugar. El profesor se encontró incinerado y alterado por una bóveda.

Durante el transcurso de la investigación, la Fiscalía seguró que el maestro de obra se gastaba el dinero de la tarjeta de la víctima en domicilios de bajo monto, compras en almacenes de cadena, a los que se hacía pasar por Gamaliel.

Con todas estas pruebas en el esclarecimiento del homicidio, la Fiscalía estableció que una vez cometido el homicidio y con el propósito de alterar la escena del crimen y ocultar lo sucedido, el confeso agresor limpió la sangre de la víctima que había quedado en el baño de la vivienda.

El ente acusador imputó a Orlando Alberto Rojas Bedoya los delitos de homicidio agravado; ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio; hurto calificado; falsedad material en documento público; falsedad en documento privado; y fraude procesal.

El fiscal de conocimiento, además de la pena, le impuso al homicida una multa de 115 salarios mínimos legales vigentes.

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