FLIP advierte que “la radio de la Fuerza Pública debilita la democracia”

Un informe la Fundación para la Libertad de Prensa alertó de que puede existir un monopolio, ya que estas emisoras representan el 45,73 % de las radiodifusoras de interés público en Colombia

Guardar
La FLIP, de cara a la transición política y al final del conflicto, Colombia debe abrir el debate sobre la pertinencia y utilidad de las emisoras de la fuerza pública. Imagen: @FLIP_org, Twitter.
La FLIP, de cara a la transición política y al final del conflicto, Colombia debe abrir el debate sobre la pertinencia y utilidad de las emisoras de la fuerza pública. Imagen: @FLIP_org, Twitter.

El 7 de diciembre, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) publicó el informe La radio de la fuerza pública: un monopolio que debilita la democracia. En este se asegura que en últimas las tres décadas la fuerza pública de Colombia ha creado uno de los aparatos radiales militares más poderosos para librar la guerra.

Uno de los principales hallazgos del informe muestra que estas emisoras representan el 45,73 % de las radiodifusoras de interés público, las cuales han sido usadas como canales de propaganda y comunicados que afectan a la población civil, pero también han servido para el entretenimiento y distribución de la información, características de aquellas identificadas en la categoría comercial.

De acuerdo con el informe, el Ejército Nacional es la fuerza con mayor número de estaciones, con un total de 93. Le siguen la Policía Nacional, con 36; la Armada, con 18; y en último lugar la Fuerza Aérea, con 3. El departamento con mayor presencia de estaciones es Antioquia, donde existen 18 y, según la FLIP, se podría hablar de una sobreoferta. Mientras que en los departamentos de Meta y Caquetá cuentan con 9, mientras que existen 7 en cada uno los departamentos de Arauca, Tolima y Norte de Santander.

“El Ejército, la Policía, la Armada y la Fuerza Aérea cuentan con 150 estaciones radiales, que tienen una capacidad de operación que supera en infraestructura, potencia y recursos a cualquier radio comercial y comunitaria. Esta prevalencia ataca la pluralidad y promueve la militarización de la radio” declara Jhonatan Bock, director de la FLIP.
"Durante las últimas tres décadas, la fuerza pública de Colombia ha construido uno de los sistemas radiales más poderosos para librar una guerra." @flip_org. Twitter.
"Durante las últimas tres décadas, la fuerza pública de Colombia ha construido uno de los sistemas radiales más poderosos para librar una guerra." @flip_org. Twitter.

Frente a los contenidos, mediante derecho de petición, la FLIP pudo establecer que el Comando General reconoce que el material difundido va más allá del aspecto institucional, extendiéndose a “mensajes con carácter participativo, popular, educativo, cultural, recreativo e informativo, buscando llegar a todos los estratos sociales y a todos los niveles, como mecanismo de acercamiento a la sociedad”.

Otro aspecto considerado por el informe provine de la financiación, pues estas estaciones cuentan con una asignación presupuestal fija, proveniente del Estado, lo que le permite ventajas en la planificación, contratación de personal, calidad y sostenimiento, generando amplias ventajas frente a las emisoras comunitarias que no pueden acceder a estas condiciones.

Entre las conclusiones presentadas resalta que el aparato radial les ha permitido a las fuerzas públicas llegar a todos los rincones del país, posicionando, así, un monopolio. Ello contrasta con la carencia de medios de comunicación propios y comunitarios en casi la mitad de municipios de Colombia. Un desbalance que incide en la oferta mediática y la capacidad de ejercer el derecho a la libre expresión.

En el informe también se alega que el Estado falla en materializar el principio de pluralidad y que la legislación vigente y su desarrollo han permitido una militarización de la radio pública. Relegando a un segundo plano las necesidades comunicativas de la población civil y su entorno.

Parte de sus recomendaciones se encaminan a revisar la naturaleza de la radio pública, en el marco de la llamada Paz Total. Así mismo, se sugiere acoger el sistema de clasificación de la UNESCO, donde las radios comunitarias no se diferencian de las de interés público. También menciona que es deseable dar continuidad a los programas que promueven la construcción de paz, reflexión y discusión ciudadana.

A continuación se puede consultar el informe en su totalidad:

Seguir leyendo:

Guardar