Un reciente estudio de Aid for Aids Colombia reveló que cerca de 12.000 inmigrantes venezolanos que viven en el territorio nacional se dedican a grabarse en actividades sexuales que luego venden a personas extranjeras a través de Internet para poder subsistir.
La investigación, denominada “Sexo por supervivencia”, reveló que, aunque se realizó una diferenciación con mayores de 18 años, en el sondeo hallaron que hay menores de edad que se han visto obligados a ejercer ese tipo de actividades en las denominadas “casas webcam”, así lo conoció Blu Radio.
“Sí, el estudio fue a mayores de 18 años, pero cuando estábamos en campo fuimos testigos de que también había menores ejerciendo sexo por supervivencia, la mayoría son niñas y también hombres heterosexuales y población LGBTIQ”, señaló al mismo medio el director de Aid for Aids Colombia, Jaime Valencia.
El estudio en el que se entrevistaron a 500 venezolanos que ejercen algún tipo de actividad sexual para sobrevivir, se realizó entre 2021 y 2022 en cinco ciudades colombianas: Cúcuta, Barranquilla, Medellín, Bogotá y Cali, además del municipio de Maicao en la Guajira.
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Durante la presentación del informe -que se realizó en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos)-, el fundador de Aid for Aids, el venezolano Jesús Aguais, explicó que en poblaciones como Cúcuta y Villa del Rosario -ubicadas en cercanías la frontera con Venezuela-, descubrieron que existen entre 800 y 1.000 casas de modelaje webcam en las cuales suelen trabajar entre 5 a 20 personas, cuyas edades oscilan entre los 16 y 25 años.
Respecto a los menores de edad que estarían ejerciendo dichas actividades, Aguais señaló que no es considerada como una acción ilegal cuando los participantes la ejercen de forma voluntaria, por lo que la Policía colombiana solo interviene en esas “casas webcam” cuando han comprobado que se practica la trata de personas o la explotación de menores de edad.
El panorama, de acuerdo con los resultados del estudio, dejó en evidencia “las barreras dentro del país para poder integrarse a la sociedad” de la población venezolana.
“El estudio estuvo enfocado en mostrar las dificultades que tienen las personas que no encuentran medios de vida y tienen que migrar a otros países. Las barreras dentro de Colombia para poder integrarse a la sociedad, como los indocumentados que tienen que sobrevivir de alguna manera, ayudar a sus familias y, de cierta manera, son obligados a ejercer esas actividades sexuales para sobrevivir”, indicó por su parte el director de Aid for Aids Colombia, Jaime Valencia, a Blu Radio.
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De hecho, Aguais señaló durante la presentación del informe en Nueva York que, debido a que en muchos casos las llamadas “casas webcam” son operadas por un mismo núcleo familiar o grupo de amigos, no suelen considerar cualquier tipo de intercambio sexual como ilegal.
“No asocian el intercambio de sexo por dinero como una forma de explotación por parte de un tercero, sino como un modo de obtener recursos de subsistencia”, se lee en el informe de Aid for Aids.
Entre los motivos por los que los inmigrantes venezolanos aceptan ejercer ese tipo de actividades, la ONG determinó que son: ausencia de documentos que permitan un trabajo legal, carencia de ofertas de empleo por razones de xenofobia, falta de instituciones de inserción laboral y carencia de informaciones claras sobre medios de asistencia social.
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