Lo soñó, lo intentó y finalmente lo consiguió. La paracaidista bogotana Ana Aponte sumó un récord más a su historial deportivo luego de que lograra, junto a 97 mujeres de 20 nacionalidades, poner en marcha la formación más grande en la historia del paracaidismo.
Ana fue la única paracaidista colombiana presente en este registro sin precedentes conquistado en la última semana de noviembre bajo el marco del evento Proyecto 19 en el estado de Arizona (Estados Unidos), donde se materializó el logro en la conmemoración del derecho al voto femenino tras 102 años de haberlo adquirido.
En un deporte extremo como este, en el que hay mayor representación masculina, Ana y otras 101 mujeres velaron por la igualdad. Solo el 14 % de practicantes de este deporte son mujeres, por lo que se propusieron alzar la voz a través de la disciplina deportiva para honrar la valentía de las mujeres en un evento deportivo en pro de la celebración de las gestas de las mujeres y que busca darle visibilidad a las problemáticas globales relacionadas con la falta de equidad e igualdad.
A sus 35 años la colombiana empacó maletas con destino a los cielos estadounidenses en una serie de saltos volando de cabeza y tomándose de las manos para hacer figuras en el aire. El oeste norteamericano fue el escenario de una hazaña impensada en la que decenas de paracaidistas demostraron que el deporte femenino no tiene límites.
Así fue como se logró establecer la formación más grande hecha en la historia, con 97 mujeres. Las atletas se unieron en una formación coordinada y ya preestablecida a más de 300 kilómetros por hora, saltando a 18.500 pies de altura (5,6 kilómetros) sobre el desierto y enfrentando temperaturas de hasta –25° C:
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Cabe resaltar que Ana Aponte y las demás protagonistas del récord saltaron durante seis días continuos en jornadas de más de 12 horas, lo que demuestra su compromiso y entrega por conseguir un futuro prometedor en el deporte extremo. Estas fueron las impresiones de la colombiana tras varios intentos por conseguir el anhelado registro:
Para mí como deportista fue muy importante participar en este encuentro que busca inspirar a mujeres y niñas a vivir vidas valientes, y también conmemorar un derecho que ganaron las mujeres en la lucha constante por la dignidad y la igualdad, el derecho al voto. Este fue el séptimo récord en el que participé este año y ha sido también el más intenso, por el trabajo mental que se debe hacer para mantener la concentración, la energía y el positivismo a flote
Inicialmente se esperaba que el récord fuera de 102 mujeres sostenidas de los brazos y demarcando la figura de estrella de manera coordinada.
Todas estuvieron muy cerca de lograrlo, pero las condiciones climáticas adversas hicieron que el grupo se redujera a 80 para poder romper el récord de 65 atletas establecido en el 2016. Si bien la colombiana no estuvo en el grupo de 80 que logró romper la marca, al igual que otras atletas latinoamericanas, fue banca y apoyó la preparación de la formación más grande de mujeres hecha en la historia con 97 participantes de 20 países diferentes.
Lo que deja la hazaña a este deporte La deportista colombiana explicó que las extensas jornadas de intentos para romper el récord permitieron perfeccionar la técnica usada en la modalidad de caída libre volando de cabeza y también identificar oportunidades para otros deportistas que próximamente se enfrentarán a récords similares a nivel nacional e internacional:
Logramos experimentar una nueva fórmula para visualizar, organizar y materializar este tipo de récords que son tan complejos. Se logró utilizar herramientas nunca antes usadas sumadas a técnicas ya establecidas, se experimentó y fue todo un éxito el resultado. Lo que logramos técnicamente para el paracaidismo es un avance sin precedentes y de ahora en adelante será un cambio radical en la organización de nuevos récords alrededor del mundo
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