Se conoció una nueva prueba en contra de los patrulleros que están implicados en el asesinato de Juan Pablo González, el presunto abusador de Hilary Castro, ocurrido en la noche del 6 de noviembre en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda: uno de ellos aparece en un video de seguridad revelado por las autoridades golpeándolo en el estómago con fuerza antes de ingresarlo a su celda.
El patrullero, que vestía de civil, no solo lo golpea, sino que lo empuja hasta hacerlo perder el equilibrio; luego, lo toma por el cuello, lo levanta y lo lleva de forma agresiva hacia la celda. Todo, mientras uno de sus compañeros observa sin hacer nada.
Por estos hechos, que son materia de investigación, cinco patrulleros de la URI de Puente Aranda se encuentran detenidos, acusados de homicidio doloso por acción y omisión en concurso con tortura, y aunque no se ha podido establecer si participaron de forma directa en el asesinato de González, se tiene la certeza de que fueron cómplices al no haber hecho nada para detener la golpiza y tortura de la que fue objeto por parte de los otros reclusos.
Los uniformados involucrados fueron identificados como: Bayron Arley González Martínez, Bryan Hurmberto Montealegre Angarita, Vladimir Sánchez Tarazona, Bryan Andrés Marín Tovar y Jimer Eduardo Blanco López.
“Los indiciados abandonaron la posición de garantes para permitir, con conocimiento de lo que estaba ocurriendo, que se produjera un resultado lesivo contra la autonomía personal y la vida de Juan Pablo”, explicó el fiscal del caso durante la audiencia, según revista Semana. Por esa razón, el ente acusador imputó a los patrulleros en la calidad de coautores, pues no evitaron que las personas privadas de la libertad de la URI le quitaran la vida a González.
La revista Semana también conoció los detalles de la necropsia realizada por Medicina Legal al cuerpo de Juan Pablo González. En el documento quedó evidenciado que fue golpeado hasta matarlo; encontraron “50 hallazgos de lesiones, hematomas, equimosis y fracturas”.
El fiscal del caso destacó que durante 20 minutos lo golpearon, le cortaron el pelo, lo torturaron hasta el punto de obligarlo a tomarse sus propios orines. “Es un reflejo de la brutalidad por ser un presunto violador”, puntualizó el funcionario y comentó que esas acciones ocurrieron entre las 2:32 y las 2:59 de la tarde del 6 de noviembre.
Los Plumas: la banda detrás del asesinato
El pasado 13 de noviembre, la revista Semana reveló que el asesinato del hombre de 41 años estuvo planeado por una banda criminal que existe al interior de la URI de Puente Aranda, conocida como Los Plumas. “Apenas entró lo pasaron a la celda cuatro, cuando todos los detenidos deben pasar mínimo cuatro días en la celda ocho, que es la transitoria”, dijo un testigo, cuya identidad fue protegida por el medio de comunicación.
La fuente de Semana comentó que habrían sido seis integrantes de la banda las que estuvieron detrás del homicidio y contaron con el apoyo de miembros de la fuerza pública. “Juan Pablo fue asesinado por seis personas que son el grupo violento”, puntualizó el testigo y recordó que al hombre lo “tiraron al piso” y lo “cogieron a patadas”. Al parecer esa es una “bienvenida” que le dan a los presuntos abusadores y violadores.
Esa versión fue respaldada por el fiscal del caso, quien aseguró que “los agresores (...) le gritaban que eso le pasaba por haber violado una niña y le decían que no era tan macho como lo fue con la víctima y, por tanto, merecía morir”. En ese sentido, el funcionario indicó que sí hubo una “intención deliberada y desconsiderada de sometimiento físico en señal de juzgamiento y condena”.
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