Luego de viajar desde Bogotá hacia Cali para presenciar la ceremonia de ascensos de oficiales de la Fuerza Aérea Colombiana, fuentes de Presidencia le confirmaron a Infobae Colombia que el presidente Gustavo Petro llegó al municipio Buenos Aires, Cauca, lugar donde integrantes de la disidencia Jaime Martínez de las extintas Farc realizaron una emboscada en la que fueron asesinados seis uniformados del Ejército.
Una vez en el sitio, el jefe de Estado saludó a varios habitantes de la zona e hizo un recorrido en compañía de su comitiva por los alrededores del lugar donde se llevó a cabo la emboscada contra integrantes del pelotón ‘Gladiador’ perteneciente a la Tercera División del Ejército. De acuerdo con los primeros reportes oficiales emitidos en la mañana de este martes 6 de diciembre, el ataque fue ejecutado con ráfagas de fusil, tatucos y granadas.
Justamente por la sevicia con que los disidentes realizaron el hostigamiento, se han dificultado las labores de levantamiento de los cuerpos casi 24 horas después de ocurrido el hecho.
Se espera que desde ese lugar, el jefe de Estado lidere un consejo extraordinario de seguridad en compañía de la cúpula militar; la jefe de gabinete, Laura Sanabria, y el ministro de Defensa, Iván Velásquez. Además, se prevé que el presidente pase la noche en ese lugar.
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Previamente, en la ceremonia de ascenso de oficiales de la Fuerza Aérea, Petro no solo reiteró su rechazo ante este y otros ataques presentados en días recientes contra la fuerza pública y en los que han caído, en su mayoría, jóvenes entre los 18 y 25 años, sino que también repitió que la disposición de diálogo que tiene el Gobierno nacional “no es un permiso para comerciar de manera ilegal o para aprovechar los tiempos y acumular en el sentido de la construcción de economías ilegales y de fortalecimientos de tipo violento”.
También insistió en que los llamados de diálogo no pueden ser entendidos como treguas ni “la bendición del gobierno” para que sean fortalecidas las rutas del narcotráfico.
“Lo que nosotros queremos es acabar definitivamente la violencia y por esa razón honramos a los soldados que ayer y hoy han caído, y lanzamos un mensaje: el diálogo es para salir de manera inmediata de la violencia”, enfatizó el presidente Petro desde Cali.
En ese sentido, había mencionado en la ceremonia de ascenso de oficiales del Ejército Nacional en Bogotá, que a día de hoy solo se lleva a cabo un proceso de paz y es con el ELN y que el próximo miércoles iniciará otro con los Shottas y los Espartanos, grupos criminales concentrados en Buenaventura.
Al respecto, precisó que esas nuevas conversaciones implicarán la pacificación urbana, y a diferencia de los diálogos con el ELN, estos serán de sometimiento a la justicia. Asimismo, aclaró que también habrá un compromiso del Estado para solucionar los problemas estructurales que son “de muy público conocimiento y que se localizan en la ciudad en Buenaventura”.
“La posición es que la acción militar no cesa mientras haya una voluntad real de negociación”, sostuvo el presidente Petro, quien determinó que, por ejemplo, la fuerza pública no saldrá de regiones como Buenos Aires, donde ocurrió la masacre contra los seis soldados.
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