La astucia y el profesionalismo de una patrullera de la Policía impidió que ocurriera una grave tragedia en dos Comandos de Atención Inmediata (CAI), en el nororiente de Medellín (Antioquia), donde les regalaron una veladora que estaba rellena de pólvora.
El mortal ‘obsequio’ a los uniformados hubiese podido causar una grave explosión dentro de los recintos cerrados debido a su mecanismo de acción, que consistía en esperar a que se consumiera el pabilo de la veladora para que el fuego hiciera contacto con la pólvora, atentado que se frustró el martes 6 de diciembre, informaron en la revista Semana.
El señalado de entregar el artefacto explosivo, con forma de veladora roja, fue un hombre de 32 años que, supuestamente, las entregaba a los policías para que iluminar a una representación de la Virgen María que hay en esa sede policial.
No obstante, a la uniformada le generó suspicacia el desinteresado obsequio y lo revisó detalladamente, donde descubrió su real contenido, por lo que se puso en contacto de inmediato con los expertos de Antiexplosivos quienes establecieron que se trataba de un artefacto hechizo, indicaron en el periódico regional El Colombiano.
“Siendo las 00:15 un ciudadano se acerca a las instalaciones del CAI de Policía Solla, el cual pretendía obsequiar una veladora para hacer prendida a la Virgen. La profesional que se encontraba de turno reporta a la central de radio, porque con la ayuda de la Unidad Antiexplosivos se verifica el elemento tratándose de un artefacto explosivo improvisado”, explicó el intendente Andrés Marín, técnico profesional en explosivos de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de Antioquia.
Tras la situación, los uniformados de la mencionada especialidad policial acudieron a la sede donde se reportó la situación y de inmediato dieron aviso al resto de Comandos de Atención Inmediata.
“Se procede a alertar a las demás unidades policiales, dando captura al ciudadano en el CAI El Playón donde pretendía realizar la misma acción. Es de anotar que este ciudadano fue dejado a disposición de la autoridad competente con los elementos materiales de prueba y evidencia física que se le hallaron”, agregó el suboficial.
Tras el frustrado atentado, Marín señaló que pudo haber causado un grave daño a las personas que estuvieran cerca del explosivo hechizo.
“En la realización del estudio técnico se determina que se trata de dos artefactos explosivos improvisados, fabricados de manera artesanal y acondicionados con una veladora, que en su interior contenía diferentes elementos. Su sistema de activación consiste en que una vez se da al inicio del tren de fuego, mediante un encendedor o fósforo, al tener contacto con el explosivo provoca una reacción violenta. Su radio de acción letal es de 5 a 6 metros”, concluyó el uniformado.
Este hecho se conoce tras una nueva arremetida en contra de la Fuerza Pública, en el que dos policías fueron asesinados en la localidad de Bosa en el sur de Bogotá, el pasado domingo 4 de diciembre. Los uniformados fueron identificados como , el subintendente José Alirio Sánchez de 35 años y el patrullero Gustavo David Bohórquez de 22 años.
De acuerdo con lo que informó en su momento el brigadier general Carlos Fernando Triana Beltrán, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, los uniformados estaban atendiendo una situación que se conoció a través de una llamada de emergencia y al llegar al lugar habrían sido emboscados, según la principal hipótesis del doble crimen.
Mientras que en zona rural de Buenos Aires (Cauca) jóvenes que prestaban su servicio militar obligatorio fueron emboscados por la disidencia Jaime Martínez de las extintas FARC, donde resultaron muertos los soldados Yonny Saac Ruiz, Jonathan Ernesto Ordóñez, Luis Armando Vélez, Jan Gilberto Rodríguez, Jerson Mamián Mojomboy y Esleider Alexander Portocarrero.
Por este último hecho, el propio presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, encabezó un Consejo Extraordinario de Seguridad del que se esperan conocer sus resultados este miércoles 7 de diciembre.
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