Colombia no debe frenar el crecimiento económico del país ante la transición energética, señalan expertos

El país concentra todas las energías en mitigación y aunque es uno de los 20 países más vulnerables al cambio climático, también es uno de los que menos contamina

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En Argentina, existen grandes extensiones
En Argentina, existen grandes extensiones con viento, radiación solar, aguas abundantes y una matriz energética capaz de avanzar en la transición hacia las energías renovables (Fernando Calzada)

Colombia debe desarrollar una estrategia enfocada en la adaptación al cambio climático para mejorar su infraestructura y otras condiciones que lo hacen más vulnerable a la variabilidad climática ante la transición energética que propone el Gobierno de Gustavo Petro, la cual debe desarrollarse de manera justa, sostenible, con la protección de la soberanía energética y sin frentar el crecimiento económico del país.

En esto coincidieron expertos y líderes empresariales durante el conversatorio “Transición energética: sostenibilidad económica, social y ambiental”, organizado por la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) con el apoyo de Ecopetrol.

De acuerdo con la exministra de Minas y Energía María Fernanda Suárez, frente a los asuntos de cambio climático, Colombia concentra todas las energías en mitigación y aunque es uno de los 20 países más vulnerables al cambio climático, también es uno de los que menos contamina, por lo tanto, debe enfocar las discusiones y trabajar más en los asuntos de adaptación que en los de mitigación.

“La mitigación es la agenda más importante de los países desarrollados, mientras tanto, los países que estamos en el trópico, que somos de ingreso medio o ingreso bajo, emitimos muy poco, pero nuestra infraestructura y situación geográfica nos hace mucho más vulnerables a la variabilidad climática. Entonces, debemos enfocarnos en cómo vamos a adaptar la infraestructura para que las carreteras no se destruyan cada vez que llueve demasiado, qué vamos a hacer para que la matriz eléctrica, que tiene una alta dependencia en hidrología y en lluvias, sea fuerte”, aseguró Suárez.

Agregó que otra de las razones por las que hay que volcar el debate al tema de adaptación es porque las poblaciones más vulnerables de Colombia son las que más sufren frente a la variabilidad climática, pero no es acabando la exploración de petróleo del país, sino con una estrategia puntual de adaptación.

Frente a este punto, el presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), Francisco Lloreda, sostuvo que si frente a la crisis climática Colombia centra todos los esfuerzos en transición energética, está un poco en el lugar equivocado porque este sector debe aportar, pero el grueso y el desafío está en otro lado.

“Cuando vemos el caso de Colombia, la generación de las emisiones de gases de efecto invernadero alrededor del 60 % tiene que ver con la agricultura, la ganadería, la política de bosques, deforestación, minería ilegal, con el mal uso de la tierra. Luego le sigue alrededor de un 12 % los gases que se emiten fruto de la movilidad del transporte y en menos del 5 % las operaciones de la industria de petróleo y gas y estas van a ir reduciéndose, se trabaja en eso”, anotó Lloreda.

Al respecto, el director de Relaciones de Gobierno, Comunicaciones y Responsabilidad Corporativa de General Motors para Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, Santiago Urdinola, destacó que la industria automotriz ya tiene lista la transición energética y en Colombia hay un paquete regulatorio que permite mejorar cada vez más lo que son las emisiones, pero también cómo transitar hacia vehículos eléctricos. No obstante, aseguró que se debe acelerar en investigación y desarrollo.

Conversatorio “Transición energética: sostenibilidad económica,
Conversatorio “Transición energética: sostenibilidad económica, social y ambiental”.

Transición fiscal antes que energética

Por su parte, el exministro de Minas Tomás González, director del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE), señaló que no se puede hacer una transición energética si no hay transición fiscal.

“Si no logramos encontrar algo que sustituya los ingresos fiscales que generan los combustibles fósiles va a ser muy difícil hacer la transición energética en Colombia”, afirmó.

La presidenta ejecutiva de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, coincidió en que si bien hay esa necesidad de transición, más que nunca se requiere el conocimiento y la claridad para establecer qué va a representar en las finanzas nacionales y su injerencia en las acciones sociales del país.

“Es indiscutible la importancia de disminuir la emisión de gas carbónico, la cual se debe de asumir con mucha responsabilidad, pragmatismo y acorde con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Es indispensable, entonces, contar con soluciones viables, justas y sostenibles garantizando el equilibrio en el desarrollo social, en el desarrollo medioambiental y el crecimiento económico”, enfatizó Lacouture.

Desde el Gobierno Nacional, la viceministra de Energía, Belizza Janet Ruiz, señaló que se busca impulsar proyectos de energía solar, energía eólica marina, energía eólica en tierra, biomasa, geotermia y en todas las fuentes de energía no convencional que se puedan desarrollar en el territorio colombiano.

“Para esto se requiere una inversión extranjera y consideramos que la relación con AmCham Colombia es fundamental para que estos proyectos se puedan impulsar con empresas estadounidenses en Colombia”, expresó.

Disrupción tecnológica y soberanía energética, otros de los retos

Para la vicepresidenta de Gas de Ecopetrol, Yeimy Báez, existen tres grandes retos que, a la vez, son enormes oportunidades para la transición energética en Colombia y el mundo.

Lo primero, según ella, es que se debe desacelerar el consumo energético, pero también hay que ser muy realistas en que, en Colombia, seguramente seguirá el consumo por muchas décadas los combustibles que se consumen en la vida diaria y, por lo tanto, es crucial lograr acelerar la descarbonización.

También, dijo que es importante que en el proceso de transición Colombia proteja su soberanía energética.

“En un país como Colombia, en donde el 39 % de la población vive en condición de vulnerabilidad, el tema de acceso es muy importante, los colombianos necesitamos combustibles cada vez más limpios, pero también necesitamos combustibles que nosotros podamos realmente pagar y, para esto, usar la tecnología como catalizador será fundamental”, explicó.

Báez añadió que para afrontar estos desafíos se requiere trabajar como equipo, de forma colaborativa y, sobre todo, dejar la polarización a un lado para sacar adelante lo más importante que es el futuro energético del país.

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