En la madrugada de este miércoles, las autoridades llevaron a cabo un allanamiento en la cárcel de Rionegro, y hallaron licores de alto costo, armas de todo tipo, dinero e incluso dos perros que vivían con uno de los detenidos.
De acuerdo con las autoridades que adelantaron el operativo, se veía como una mansión y no como un centro de retención operativo.
“Encontramos 88 celulares, un portátil, 2 USB, 60 armas cortopunzantes, 21 cuadernos de apuntes, 562.000 pesos en efectivo, dos cámaras, dos grameras, licor”, informó el coronel Daniel Mazo, comandante de la Policía Antioquia.
Luego de la visita, se encontró que el centro penitenciario era como una distribuidora de licores finos como Whisky Buchanans, decenas de tarros que contenían dosis de marihuana, además de dosis de una sustancia pulverulenta blanca y cajas de cigarrillos.
Por su parte, el coronel Mazo aseguró en sus redes sociales que, “con todas nuestras Especialidades y el Cuerpo Técnico de Investigación CTI de @FiscaliaCol, adelantamos actividad de registro e intervención a la cárcel municipal de Rionegro”.
Por el momento, las autoridades están investigando los hechos y en las próximas horas se anunciarán medidas.
Hay que tener en cuenta que la cárcel de Rionegro no está a cargo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), sino de la Alcaldía del municipio, la cual había adavertido en consejos de seguridad aneriores sobre las irregularidades, razón por la cual permitió que se adelantara el operativo.
De igual manera, la Alcaldía había anunciado procesos disciplinarios contra el director de la cárcel, pues su versión fue que no tenía conocimiento de los cientos de elementos ilegales que habían ingresado a la centro penitenciario. Contrario a todo lo que sucede al interior de la cárcel porque en el lugar donde se encuentran 180 personas privadas de su libertad, se encontraron hasta dos perros convertidos en guardianes de uno de los detenidos y hasta una consola de video.
Una libra de marihuana por un millón, un celular por $500 mil: así era el “portafolio de servicios” que se ofrecía en la cárcel Modelo de Bogotá
La Fiscalía General de la Nación le imputó cargos a los siete dragoneantes del Instituto Nacional Penitenticario y Carcelario (Inpec), capturados en días pasados al parecer por estar relacionados por presuntos delitos relacionados con corrupción en la cárcel La Modelo de Bogotá.
El trabajo conjunto entre el Gaula de la Policía, Inpec, y la Fiscalía, también se logró la detención de dos mujeres, quienes operaban en casas cercanas al centro penitenciario, ubicada en la localidad de Puente Aranda. La presunta organización tendría un rentable portafolios de servicios delictivos para ofrecer dentro y fuera de esa prisión.
De acuerdo con las pesquisas del ente acusador reveló que los llamados “pluma blanca” al parecer estarían pagando sueldos a los guardias por los servicios y llegaba a hacerse cerca de tres millones de pesos extras. “Con los dineros que entran producto de las extorsiones que es lo que más dinero les genera como quiera que esta actividad se extendió al exterior”, aseguró la fiscal del caso.
Las tarifas que manejarían los guardias y particulares por los servicios que ingresaban al centro penitenciaron, se encontraban: Una libra de marihuana $1.000.000, un teléfono celular entre $300.000 y $500.000, paquetes de sim card $150.000, botella de whisky $1′500.000, drogas 2CB $1′500.000.
Según el seguimiento e intercepción de las llamadas, la presunta organización coordinaba de manera previa qué guardia sería el encargado de hacer el mandado, desde los elementos qué iba a ingresar y el cobro. “(...) una vez el guardián llega al patio se le paga de manera personal y en efectivo”.
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