Procuraduría también investigará caso de abuso sexual a dos menores afro y racismo contra su madre en Paya (Boyacá)

El ente de control inició indagaciones disciplinarias contra los empleados públicos de la institución educativa El Rosario implicados en los hechos de los que fueron víctimas la docente y sus hijos

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La docente denunció que en
La docente denunció que en la institución educativa en la que trabajó en Paya (Boyacá) fue víctima de racismo y sus hijos fueron abusados sexualmente por esa situación. (Colprensa)

Luego de que se conociera el aberrante caso de racismo contra una docente de inglés, que tuvo como consecuencia la tortura y el abuso sexual de sus dos hijos de 5 y 9 años, en la institución educativa El Rosario en Paya (Boyacá), la Procuraduría General de la Nación anunció que también investigará lo ocurrido.

“Se inició indagación para establecer si existe responsabilidad disciplinaria por parte de empleados públicos en el caso de presunto racismo a la docente, Kerlin Murillo Mena y su familia en la vereda de Morcote (del municipio en mención) (sic)”, informaron en un comunicado.

Señalaron que también están vigilando el proceso administrativo de restablecimiento de derechos de los menores de edad implicados en los vejámenes en contra de los hijos de la profesora que enseñaba inglés en ese colegio público.

”El Ministerio Público rechazó todo acto de discriminación que se realice contra cualquier persona en suelo colombiano o fuera de él y, posteriormente, designó la constitución de una agencia especial en los procesos penales que se hayan abierto con ocasión de las denuncias (sic)“, agregaron.

Sobre el caso, Jefferson Mena, Asesor de la Delegada para Asuntos Étnicos de la Procuraduría, confirmó el inicio de los procesos disciplinarios.

“Vamos a iniciar una investigación preliminar que nos permita identificar si hay funcionarios públicos inmersos en esto. Segundo vamos a constituir una agenda especial que nos permita acompañar y hacerle seguimiento a los procesos penales que producto de estos hechos tengan lugar”, citaron de las declaraciones del funcionario en la emisora Caracol Radio.

Mena se comprometió, además, a que desde la entidad se le haga acompañamiento al proceso de restablecimiento de derechos a las víctimas.

El aberrante caso se conoció el domingo 4 de diciembre a través de una publicación de la revista Semana donde la docente aseguró que ella y sus hijos fueron víctimas de racismo por parte de la comunidad educativa, tras llegar a esa población huyendo de la violencia del Chocó, su natal departamento.

“Fuí nombrada para prestar mis servicios (...) cuando incursione en la comunidad indígena fuimos bien acogidos, pero cuando se levantó las medidas de la emergencia sanitaria nos vemos obligados a la presencialidad y allí no les caí bien ni a mis compañeros, ni a mi jefe por ser negra afrodescendiente”, relató en la emisora La W Radio.

Aseguró en el mismo medio radial que el propio rector de esa institución educativa, Jorge Humberto Cuy Niño, se refería despectivamente sobre ellos de manera pública: “Le decía a los estudiantes que nos les hiciera caso ni se acercaran a esos micos”.

Contó que luego comenzó el matoneo y las agresiones, tanto físicas como de índoles sexual, en contra de sus hijos por lo que acudió con la Inspección de Policía de Morcote y a las otras instancias correspondientes.

“Posteriormente me tocó denunciar ante la Comisaria de Familia y la Personería porque estaban agrediendo a mis hijos los mismos estudiantes de básica primaria”, agregó.

Pero la situación persistió con graves consecuencias para los niños, y pese a las denuncias, en el colegio público nunca tomaron medidas al respecto.

“Me tocaba llevar constantemente los niños a centros de salud donde eran atendidos por la doctora que ante tanta situación, la médico tuvo que activar la ruta de atención integral para caso de bullying, violencia de género y sexual porque la institución hacía caso omiso a todo lo que estaba manifestando de forma verbal y por escrito”, señaló la mujer.

Fue tal la desidia en El Rosario, que todo concluyó en una serie de aberrantes ataques, tanto físicos como sexuales en contra de los menores.

“Mis hijos pagaron toda la gota amarga. En ese sitio mis hijos recibieron fracturas en el cráneo, partiduras en el mentón, en la cara, lesiones en todo el cuerpo, acceso carnal y todo se comprobó por parte de la médico de salud sino también con Medicina Legal”, sostuvo la docente en la entrevista con la emisora.

Por este caso, hasta la misma vicepresidenta de la República, Francia Márquez, se pronunció y pidió celeridad a las autoridades en los procesos judiciales.

El racismo mata, daña familias y sociedades. Rechazo absoluto a todo tipo de violencia racista, es nuestro compromiso luchar contra este flagelo, que existe con fuerza en nuestro país y no nos permite vivir en paz y dignidad. Solicito a la Fiscalía General de la Nación investigar este caso”, solicitó la funcionaria.

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