Miembros de la academia Fenlong Shorin Ryu Karate recibieron, por parte del Ministerio del Deporte, una placa en reconocimiento por el trabajo deportivo que han desempeñado en Colombia. La ceremonia se llevó a cabo en Bogotá, a la cual asistieron grandes expertos del karate.
La ministra Urrutía entregó una placa distintiva que simboliza el reconocimiento y la integración a los siete invitados de honor. El mensaje principal del evento fue “incentivar el respeto conlleva a una paz verdadera y duradera”, palabras de la ministra que se enmarcan en el reconocimiento y la integración que el Gobierno promueve a través de ejercicios de equidad de oportunidades hacía diferentes disciplinas deportivas.
Sandra Patricia Hernández, maestra en el arte tradicional japonés, es la primera mujer en recibir el título de 9 Dan y Hanshi a nivel Latinoamérica, estas fueron sus palabras al recibir el galardón: “debemos aprender a pelear para no pelear”, palabras que, enfatizan la importancia del diálogo entre la sociedad.
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Otros maestros como James C. Starger; Hanshi Carlos Urrego Rojas; Hanshi Luis Fernando Parra y los recién ascendidos de cinturón, Fernando Helo, Felipe Salazar y Duc Lam, también fueron agasajados en la ceremonia.
El Karate en Colombia
Aunque el arte marcial tiene su origen en la isla de Okinawa en Japón, llegó a Colombia en 1.963 a Villapinzón, una población del nororiente de Cundinamarca. Ese año, un grupo dirigido por Jaime Fernández Garzón, quien practicaba el estilo Shorin Ryu Shido Kan, sembrarían la semilla de este deporte en el país.
Para el 1.965, el karate llegó a Bogotá gracias a exhibiciones en el Parque Nacional, la Plaza de Toros y el barrio Polo Club.
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En 1967, Fernández funda el primer dojo o escuela de artes marciales en la capital del país. La academia Colombo Japonesa, como fue bautizada, tenía su sede en la calle 13 No. 9 - 64.
Con el auge del karate en la capital, la Unidad Deportiva “El Salitre” le entrega a Jaime Fernández un gimnasio donde empieza a difundir el estilo de Karate-Do. Para el 1.970 llega desde Brasil el maestro japonés Hiroshi Taninokushi C.N. 1 Dan, quien introduce el estilo Shoto Kan, iniciando así, una renovación en el Karate-Do colombiano.
Para 1972, se constituye la Liga de Karate-Do de Bogotá, siendo entonces, la primera del país. Los primeros cinturones negros que tuvo el país fueron los maestros Enrique Rey, Carlos López y Alejandro Romero.
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En 1.980, se constituye la Federación Colombiana de Karate-Do, la cual se ubicó en la ciudad de Medellín, presidida por el Ingeniero Carlos Chavez, quién también ocupó el cargo de Secretario General de la Federación Panamericana de Karate - PKF.
Desde el 1.989, además de las competencias de Karate Tradicional, se incluyeron las modalidades de Karate General en todos los torneos oficiales nacionales, lo que dio paso a que delegaciones de Colombia lograran participar en campeonatos Bolivarianos, Centroamericanos, Suramericanos, Panamericanos y Mundiales.
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