Ciudadana colombiana con Alzhéimer llegó al aeropuerto y desapareció dos días en Miami: esta es la historia

El pasado sábado 3 de diciembre una familia colombiana denunció la desaparición de una mujer que había aterrizado en Miami, Estados Unidos. La señora de 63 años de edad padece de alzhéimer, por lo que sus parientes aseguran que su extravío fue consecuencia de la irresponsabilidad de la aerolínea con la que viajaba. La abuelita, dice su hijo Jonathan Vanegas, se bajó de la aeronave sin alguien que la supervisara, si su dinero y sin su teléfono celular. María, como se le identificó, llegó a ese territorio norteamericano desde Massachusetts.

El hijo de la mujer le contó al noticiero del Canal Caracol que vivió “horas de dolor, de sufrimiento, de pensar que ella tenía frío, hambre, que estaba confundida, que tenía miedo, terror de cómo iba a dormir”. Denunció, en medio de su intervención a ese informativo, que habría sido negligencia de la aerolínea American “porque sí estaba en el sistema que ella tenía alzhéimer. Mi mamá se salió del avión, pero nadie la miró”.

“Ella tiene un poco de demencia. Venía recomendada por American. American no responde, nadie responde. Hemos buscado por todo el aeropuerto y estamos demasiado preocupados. Ella debe estar llorando, ella debe estar extrañándonos, ella no habla sino con la familia. No conoce nada”, relató a los micrófonos de Telemundo, Marta Cecilia Pérez, familiar de la mujer.

En medio de la angustiosa búsqueda, una persona que la vio deambulando por las calles se comunicó con las autoridades. “Ha sido encontrada en buen estado de salud”, se lee en un comunicado de la policía de Miami-Dade. “Sin querer se le perdió al personal que la iba a asistir a su llegada”, añadió el vocero de la policía de Miami-Dade, Alvaro Zabaleta.

Mientras la familia de la señora María ya cuentan con la alegría de tenerla con ellos, todavía se está a la búsqueda de una mujer colombiana que desapareció en Perú con su hija. Alejandra Palacios Jiménez tiene 24 años de edad y su hija cuatro. Al pisar suelo peruano, ella se dirigiría a la casa de su hermana gemela, Fernanda Palacios, ubicada en San Juan de Miraflores, pero nunca llegó.

Según Fernanda Palacios, en conversación con Infobae, la llegada iba a darse el 12 de octubre, pero no sucedió así. Al conversar con su hermana se enteró que estaba en Barranca con un amigo peruano llamado “Miguel”. A pesar de solicitar mayor información a su gemela, esta no se la brindó.

El 27 de setiembre, la mujer desaparecida le escribe a su hermana Fernanda a través de la red social de Facebook y le pide alojarse 15 días con ella. En declaraciones para América televisión narró que después de esa conversación no supo más de ella y que recién el 23 de noviembre se enteró que su hermana había llegado ante un peruano que conoció durante su visita a Cusco. Ella estaría desde el 12 de octubre en Lima sin que su familia sepa su paradero exacto.

“Ayer me enteré por otra hermana que ella llegó con un peruano que conoció cuando estuvo aproximadamente un mes en Lima, en Cusco”, manifestó. Lo extraño para la hermana es que tras intentar entablar comunicación con su hermana, esta simplemente no da respuesta inmediata.

“Páseme un número para llamarla y asegurarme que ustedes (hermana e hija) están bien. Alejandra, responda, pase un número peruano para yo llamarla y asegurarme que estén bien”, era parte de los mensajes desesperados que enviaba Fernanda al chat que tenía con su hermana sin obtener respuesta alguna.

Su hermana Yersy Palacios, publicó un mensaje a través de Facebook, en el que indica que lo último que se supo era que estaba en Barranca y la información la obtuvieron a través de un mensaje. Finalmente, su hermana se comunicó con su madre de manera telefónica, pero una vez más, no indicó el lugar exacto en el que se encontraba; sin embargo, solo dijo que estaba en Colombia.

“En la zona de mi mamá (Colombia) no hay mucha señal, pero me dijo en la mañana que mi hermana la llamó y que le dijo que está en Colombia. Estuvo un mes en Barranca, pero ya no”, manifestó Fernanda a este medio. No obstante, el no querer brindar datos de su paradero exacto ni número, ni el nombre de la persona que la acogió, crea más incertidumbre en la familia Palacios, quienes aún tienen dudas sobre aquella versión que les dio su hermana.

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