Salario mínimo: una decisión más política que óptima podría generar la pérdida de 371.000 empleos directos

Para este lunes 5 de diciembre se tiene prevista la instalación de la mesa de concertación del salario mínimo de 2023 entre el Gobierno nacional, empleadores y trabajadores. Este asunto será uno de los más calientes durante diciembre, ya que cada parte propondrá una cifra y la decisión impactará en millones de colombianos que devengan ese monto y, por supuesto, a la economía nacional durante el 2023.

En noviembre pasado, las partes acordaron el calendario de negociaciones, que incluye sesiones, presentación de ofertas y jornadas de discusión hasta el 22 de diciembre. En caso de que no haya acuerdo, el Gobierno establecerá el aumento por medio de decreto, teniendo en cuenta que el primer vencimiento legal para la concertación es el 15 de diciembre y la segunda el 30 de diciembre.

Al respecto, el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), Camilo Sánchez, afirmó a Infobae Colombia que el incremento no debe ser exagerado, como indicó un estudio del Banco de la República, y que para esta decisión se debe buscar lo óptimo y no político.

De acuerdo con Sánchez, se volvió normal que en diciembre la imagen del empresariado colombiano se baje porque la gente cree que están en contra de los empleados y que no quieren que tengan el mejor salario, pero, según él, en este sentido la economía es muy rara, pues si hay un exceso y se pasa en lo que se debe dar al final se devuelve en contra, porque se vuelve un proceso inflacionario y que verdaderamente es negativo para la economía.

Precisó que los trabajadores exigen que el aumento debe ser superior al 20 %. Sin embargo, el Banco de la República publicó un estudio que muestra que un punto por encima, por ejemplo de ese 13 %, en beneficio supuestamente de los trabajadores, equivale a perder 53.000 puestos de trabajo directos.

Así las cosas, según el presidente de Andesco, entre mayor sea el incremento, más lejos estarán los informales de acercarse a la formalidad y, por consiguiente, la economía seguirá teniendo un boquete terriblemente de pobreza. Por eso, dijo que es ahí donde se debe buscar lo técnico, teniendo en cuenta que la informalidad en el país llegó a 58,3 % en septiembre pasado.

“Yo creo que hay que buscar lo óptimo y no político. Aquí la política debe ser menor que lo técnico y para eso hay dos estudios, el de Fedesarrollo y el del Banco de la República, que debe tomar el Gobierno nacional y, en caso de que no haya acuerdo, tomar la decisión que más convenga”, agregó.

Otro punto que tocó Sánchez es sobre la reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro. Informó que Andesco demandará jurídicamente dos o tres artículos de la iniciativa. Uno tiene que ver con la hidroeléctricas, pues se les puso una sobretasa que les parece que es peligroso, precisamente, cuando el Gobierno dice que quiere bajar el costo de las tarifas y las facturas de los usuarios y con la reforma al final de cuentas termina yendo a manos del usuario, o sea, es un un impuesto que al final se le traslada al usuario.

Sobre la desaceleración económica mundial prevista por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el papel de las empresas de servicios públicos y comunicaciones, el presidente de Andesco recordó que en la pandemia del covid-19 los servicios públicos fueron los que sacaron la cara por el país al hacer inversiones y por eso las personas pudieron estar en las casas.

Resaltó que la inversión más rápida es las de empresariado, más que la del Gobierno, pues esta última demora más en sentirse

“Yo fui ministro de Vivienda y todavía están entregando obras de las que deje. Aquí la llave de oro es sector público y empresarios de la mano para que esto avance”, puntualizó.

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