Petro quiere una reforma agraria pacífica que democratice la tierra para industrializar el país

El jefe de Estado colombiano también señaló que este proceso de industrialización no se ha podido consolidar en el país, ya que, “en Colombia nos han querido mantener en el feudalismo”

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Petro aclaró que en la
Petro aclaró que en la reforma agraria que adelantará su Gobierno no se buscará estatizar la tierra, acallando, así, los posibles señalamientos de que esta tiene tintes comunistas. Foto: Presidencia.

“Comenzar la reforma agraria, de manera pacífica, he ahí el reto”: esas fueron las palabras del presidente Gustavo Petro durante su intervención en la primera Convención Nacional Campesina que se realizó en la Universidad Nacional el 2 de diciembre, en donde aclaró que buscará democratizar las tierras para que estas ayuden a la industrialización del país.

“Los países se han industrializado allí donde han repartido democráticamente la tierra”, advirtió el presidente Petro, agregando que esto no es “una consigna comunista, como ahora dirán, repartir democráticamente la tierra para industrializar un país es el principio de la sociedad capitalista”.

El jefe de Estado colombiano también señaló que este proceso de industrialización no se ha podido consolidar en el país, ya que, “en Colombia nos han querido mantener en el feudalismo, una exclusión de las mayorías nacionales, de las cuales hace parte el campesinado colombiano”, dijo el presidente frente a los más de 2.000 campesinos que, hasta el domingo 4 de diciembre, están reunidos en la Convención Campesina, en la que, además de las tierras, se hablará de democracia y paz.

Así mismo, Petro aclaró que en la reforma agraria que adelantará su Gobierno no se buscará estatizar la tierra, acallando así, los posibles señalamientos de que esta tiene tintes comunistas. También explicó que se buscará replicar lo que sucedió en Japón o Corea del Sur, en donde, según el presidente, se buscará comprar tierras, incluso, a precios comerciales.

“Nosotros queremos comenzar a hacer una reforma agraria, y por las buenas, sin quitarle la cabeza al Rey, sin robarles la tierra a los indígenas, sin estatizar la tierra, como hicieron en China o en la Unión Soviética”.
La convención se adelanta en
La convención se adelanta en la Universidad Nacional en Bogotá y se extenderá hasta el domingo 4 de diciembre. Foto: Presidencia.

El presidente también señaló el papel que jugará el Banco Agrario en esta reforma, diciendo que espera que este sea el principal banco del país, ya que priorizar la producción alimentaria, así como su industrialización, solo es posible si hay una “palanca financiera”. A esto añadió que debe aumentar los índices de rentabilidad de los productores campesinos, así como estimular la creación de asociaciones campesinas que ayuden a tecnificar el campo. Proceso que apalancaría con la reforma agraria.

“Ese Estado que hemos recibido tiene, en el corto plazo, en cuestión de semanas, que prepararse para comprar grandes cantidades de tierra fértil y tiene que combinar esa actividad con el crédito del Banco Agrario, al cual hay que convertir, también de manera rápida, en el primer banco de Colombia”.

Además, indicó que se busca impulsar la compra de cosechas, para que los campesinos y campesinas no estén supeditados a las especulaciones de precios, sino que el Estado adquiera los productos y los lleve especialmente a los sitios donde hay hambre. Por lo que Petro señaló que el papel del campesinado colombiano, en medio de la inflación de alimentos, es indispensable para evitar una posible crisis alimentaria en el futuro.

“Hoy hay más hambre en el mundo que nunca, se habla del mil millones de personas que podrían quedar en condición de hambruna”, advirtió Petro.

Petro también hizo hincapié en que buscará que la reforma agraria beneficie, a través de la política de titulación, a las mujeres que viven en las zonas rurales: “pues este Gobierno del Cambio quiere la alianza con el campesinado para que el campesinado levante la bandera nacional y podamos construir una Colombia en paz”, una Colombia que se pueda “llamar, con dignidad, con acierto, con legitimidad, una Potencia Mundial de la Vida y para la vida”.

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