Las autoridades entregaron detalles de la captura de Darío Alberto Laino Scoppetta, un histórico fundador de Bloque Norte de los paramilitares conocido como alias ‘Ojitos Azules’, que fue capturado por la Policía, la Fiscalía y con cooperación internacional en la ciudad de Barranquilla.
La captura se dio por la condena en su contra emitida en junio pasado, por su participación en el homicidio de Manuel Pájaro Peinado, directivo del Sindicato de Servicios Públicos de Barranquilla. El crimen fue cometido el 16 de agosto de 2001, cuando tres sicarios ingresaron a la vivienda del líder sindical y le dispararon en repetidas ocasiones, aún en frente de su esposa y su hija y huyeron en motocicletas.
En la sentencia anticipada de Carlos Arturo Romero, quien aceptó haber participado en el homicidio como miembro del frente “José Pablo Diaz”, se detalla que el DAS no evaluó el riesgo del líder sindical. Además, habría intentado vincularlo con movimientos guerrilleros en los tiempos antes de su muerte.
Ese frente, de acuerdo con la información de la Policía , fue creado por alias Ojitos Azules, quien también es conocido como M1 y JM, fue financiador, fundador y máximo comandante de esa estructura de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) durante los años de los hechos.
Laino Scopetta era el hombre de confianza de Salvatore Mancuso y jefe de Rodrigo Tovar, alias “Jorge 40″, con quienes construyó un imperio criminal en la Costa Caribe, según la Policía. Por eso, en junio pasado fue hallado responsable del homicidio y condenado a 32 años de cárcel por el juzgado décimo penal del circuito de Bogotá.
Además, es investigado por el homicidio del docente Herme Daniel Mercado Hernández, quien pertenecía al Sindicato de Educadores del Atlántico, en noviembre de 2002 en la ciudad de Barranquilla. Tiempos en los que arreció la violencia contra los líderes sindicales por parte de las AUC en todo el país.
Tras emitirse la orden de captura, las autoridades iniciaron la investigación para dar con su paradero y someterlo a la justicia. Según la coronel Olga Patricia Salazar Sánchez, directora de la DIJIN, quien dirigió la operación, en ese momento alias Ojitos Azules pretendió huir de las autoridades y evadir la justicia.
Después de acogerse al proceso de desmovilización de las AUC, regresó a la vida civil. En Barranquilla era conocido como un prestigioso empresario dedicado al blindaje de vehículos, la palmicultura y con un gran acervo económico; pero todo indica que habría continuado con actividades criminales.
“Era un empresario reconocido en la ciudad de barranquilla, tenía una empresa de blindaje de vehículos. Una vez es condenado hemos iniciado esa investigación en aras de dar cumplimiento a la sentencia condenatoria. Tenemos evidencia que él continuaba utilizando esa fachada en la ciudad de Barranquilla”, señaló la directora de la DIJIN.
No utilizaba teléfono celular, se comunicaba únicamente por redes sociales y según las autoridades, al darse la orden de captura, contactó organizaciones criminales en el extranjero para huir del país. En ese plan se encontraba cuando fue capturado por la Policía a bordo de una camioneta de alta gama circulando por la capital del Atlántico.
“La información y materialización de la captura se realiza en momento en los que estaba buscando a través de sus contactos buscar evadir la responsabilidad en Colombia huyendo hacia territorios del continente europeo”, sostuvo el brigadier general Tito Yesid Castellanos Tuay, jefe Nacional del Servicio de Policía.
Al parecer, se habría aprovechado de su ascendencia italiana para buscar escabullirse de las autoridades en ese continente. Con esa información se desplegó la operación ‘Ojos azules’ que condujo a su captura. Fue trasladado a Bogotá fuertemente escoltado y recluido en un centro carcelario.
Pese a que la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) participó con inteligencia en el operativo, en este momento no hay orden de extradición hacia ese país.
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