El Pacto Histórico debe consolidar su poder político en las próximas elecciones locales, pero la discusión de la estrategia continúa entre los miembros y movimientos que llevaron a Gustavo Petro a la presidencia. Una de las opciones propuestas por los congresistas Wilson Arias y Alfredo Mondragón, del Polo Democrático, es que pasen de ser una coalición a conformar un partido político.
Arias y Mondragón le plantearon esa propuesta al Polo Democrático Alternativo en el V Congreso, como la consolidación de lo que llamaron en la pasada campaña el ‘Bloque Histórico’. Con el propósito de darle continuidad a los gobiernos alternativos que sucedan al de Petro, porque consideran que este debe enfocar sus esfuerzos en la “reconstrucción” económica y social, para consolidar la “transformación a fondo de la sociedad colombiana”.
“Por ello, en función de este propósito, hoy consideramos que el fortalecimiento del Pacto Histórico debe, no solo consolidar el acuerdo suscrito para la campaña presidencial y de elección del Congreso de 2022, sino darle el alcance necesario, ahora como partido unitario que contribuya a fortalecer el liderazgo de las fuerzas alternativas dentro de ese bloque histórico de poder en reconfiguración”, señalaron a través de una carta dirigida al PDA.
Arias y Mondragón señalan que las apuestas del gobierno de Petro requieren “un amplio periodo de reformismo”. Por ejemplo, la Paz Total necesita hacerse irreversible desde la profundización democrática para sepultar la “tentación autoritaria y fascistoide”. En ella también incluyen la superación de la desigualdad y la pobreza, así como la transición energética.
El Polo Democrático, de acuerdo con los congresistas, fue el partido que logró sustraer a la izquierda de la marginalidad histórica. “Nació como un gran esfuerzo unitario de una variopinta diversidad de fuerzas que solo excluyo del llamado unitario, por su naturaleza civilista, a la izquierda armada. Este llamado unitario fue escuchado y acogido ampliamente y con muy pocas excepciones fue ignorado o rechazado, y permitió enfrentar unitariamente bajo un solo paraguas programático al Uribismo en ascenso”, señalaron.
Sin embargo, en los últimos años las disputas internas han llevado a que pierda esa definición de gran convergencia de izquierdas. Por ejemplo, el mismo Petro se apartó del partido antes de aspirar a la Alcaldía y Jorge Enrique Robledo se separó en las pasadas elecciones, junto con el Moir, para conformar una nueva colectividad llamada Dignidad; en especial porque no estaba de acuerdo con entrar al Pacto Histórico.
“Este nuevo momento político de reconfiguración del mapa político debe verse como una oportunidad para que el PDA haga una contribución también histórica, inaplazable y fundamental a la reorganización y fortalecimiento de una plataforma de fuerzas alternativas que son recogidas hoy en el Pacto Histórico, ahora como partido”, proponen los congresistas.
Piensan que el Polo Democrático debe aceptar la consolidación del Pacto Histórico como partido, como una forma de congregar la movilización social que le permitió a la coalición ser gobierno, con miras a consolidar el proyecto político para el futuro, como las elecciones regionales.
Sobre ese punto ya se han dado discusiones en redes sociales entre los miembros, como Gustavo Bolívar y Roy Barreras. Mientras el primero sostiene que los aspirantes se deben enfrentar en cada ciudad en consulta con los que avale cada movimiento que conforma el Pacto Histórico. Al contrario, el presidente del Senado cree que se debe decidir por consenso quién tiene más viabilidad política.
A la discusión también llegó el senador Arias, quien señaló que no lo convence y le preocupa un “pactismo en las alturas”. “Ese consenso se refiere al “consenso” de los convocados a la mesa. Por otra parte, la consulta le sirvió incluso a Petro, verdadero “fenómeno y protagonista auténtico”, como el que más en la pasada campaña”, señaló.
La consolidación de partido le permitiría tener unas reglas de democracia interna, mecanismos propios y comunes, así como una Comisión de Ética que evalúe las actuaciones de los miembros. Contrario a lo que Arias denomina como un “archipiélago de facciones poco armónicas” que es actualmente la coalición de diferentes fuerzas políticas.
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