Día internacional del jaguar: datos clave para conocer al felino más grande de América

Este animal habita 18 de los 21 países de América y en Colombia se encuentra en casi todo el territorio nacional

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La principal amenaza del jaguar es la pérdida y degradación de sus hábitats por  la expansión de la frontera agropecuaria, la  minería y la explotación forestal.
La principal amenaza del jaguar es la pérdida y degradación de sus hábitats por la expansión de la frontera agropecuaria, la minería y la explotación forestal.

Desde la Región Caribe, los bosques húmedos del Chocó, la Cordillera de los Andes, la Orinoquia y la Amazonía, siendo esta última uno de sus más grandes refugios, los jaguares, también llamado yaguaretés, tigres mariposos u otorongos, son también conocidos como ‘los tigres América’.

Las razones no solo tienen que ver con el hecho de que en un 90% del territorio colombiano sea posible hallarlos -con mayor facilidad en el corredor de conservación Napo-Putumayo entre Colombia, Ecuador y Perú-, sino que se relacionan con su capacidad de moverse de una región a otra, porque a diferencia de los humanos, los jaguares no conocen de fronteras.

Según Onçafari, una organización que promueve la conservación del medio ambiente en Brasil haciendo especial énfasis en los jaguares, estos animales se adaptan con facilidad a los diversos ecosistemas, sin embargo prefieren las zonas húmedas con cuerpos de agua. Esto se hace evidente en regiones como la Amazonía, en donde estos animales permanecen 4 meses en las copas de los árboles, cuando el Río Amazonas inunda hasta con 10 metros de agua las zonas de manglar.

Este tipo de comportamientos han permitido que los científicos los califiquen como una especie sombrilla, es decir, una especie que para ser protegida de forma idónea debe contar con la conservación de extensos territorios a fin de que su población logre conectarse fácilmente en distancias tan grandes que van desde México, hasta Argentina. Así, en la medida en la que su territorio es protegido, a la vez su presencia contribuye a la protección de los ecosistemas y otros animales.

Por su presencia en todo el continente, el jaguar es una de figura recurrente en las culturas prehispánicas.
Por su presencia en todo el continente, el jaguar es una de figura recurrente en las culturas prehispánicas.

Hábitos

Se trata de un animal de hábitos solitarios y territoriales que así cómo puede permanecer activo en la noche, también puede estarlo durante el día. Si bien son los principales depredadores de la cadena alimentaria, al moverse de un lugar a otro, también van adaptando su dieta. En esa medida, así como se pueden alimentarse con armadillos, también puede cazar animales como osos perezosos, simios, dantas o reptiles.

Su mandíbula es tan poderosa que puede atravesar el caparazón de una tortuga y su pelaje con manchas, también conocidas como rosetas, los hacen individuos únicos, pues cada una de estas es considerada con una huella dactilar.

Amenazas

La Lista Roja de especies de la UICN, señala que en Colombia, “el área de distribución del jaguar se ha reducido en 39% del área original” debido a la degradación de su hábitat por la expansión de la frontera agropecuaria, la minería y la explotación forestal.

Y es que la presión del hombre sobre el medio ambiente, ha sido uno de los motivos principales para que la población de jaguares, haya decrecido. Datos recopilados por WWF, indican que estos animales han desaparecido en un 46% y en países como El Salvador y Uruguay se encuentran extintos.

Esta situación se debe a la fragmentación de su territorio que los ha expuesto ante el hombre, pues estos felinos, al final, encuentran en el ganado y en algunos animales domésticos una fuente de alimentación que termina convirtiéndolos en objeto de cacería.

En ese sentido, el tráfico de sus partes es otra de las grandes amenazas que enfrentan, pues es bien sabido que en países amazónicos como Bolivia, el decomiso de colmillos, pieles y cráneos destinados para la venta en el mercado internacional ya no es una novedad.

Acciones de conservación

Si bien lo primero es estar informado sobre su situación y conservar sus ecosistemas, otra de las acciones que entidades como WWF han comenzado a desarrollar en conjunto con las comunidades que habitan su territorio, se ha basado en hacer un monitoreo de la especie.

Un ejemplo de esto se encuentra en el departamento del Guaviare, en donde desde el año 2021 se trabaja en la consolidación de un corredor ecológico que conecte al Parque Nacional Natural de La Macarena, con la Zona de Reserva Forestal Protectora Serranía de La Lindosa – Angosturas II, humedales del río Guaviare – Sabanas de La Fuga – Resguardo Indígena Nukak y Reserva Nacional Natural Nukak; en una extensión de aproximadamente 100.000 hectáreas.

Esto, sumado a la instalación de cámaras trampa y acciones de pedagogía, sólo pretende fortalecer la cooperación internacional y activar la concientización sobre las iniciativas de protección, estimulando las oportunidades de desarrollo sustentable que permitan traer bienestar a las comunidades locales y pueblos indígenas que coexisten con este animal.

Personajes que hacen parte de la Reserva Natural La Fuga ubicada en San José del Guaviare, Guaviare. Fotografías tomadas entre el 07 y 14 de noviembre.  ©Luis Cano- WWF Colombia
Personajes que hacen parte de la Reserva Natural La Fuga ubicada en San José del Guaviare, Guaviare. Fotografías tomadas entre el 07 y 14 de noviembre. ©Luis Cano- WWF Colombia

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