Sostenibilidad fiscal y crecimiento: los retos y desafíos económicos del Gobierno de Gustavo Petro

Un ineludible compromiso constitucional con la sostenibilidad fiscal y el crecimiento de la economía son los principales retos económicos que debe asumir la administración del presidente Gustavo Petro, después de despejarse la ruta financiera de este año y 2023, con las aprobaciones de la Ley de Presupuesto y la reforma tributaria.

Así lo expuso el profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho, al analizar los retos y desafíos económico fiscales 2022-2023.

Amorocho explicó que, para honrar el criterio de sostenibilidad fiscal, es necesario que el Estado como un todo inicie diálogos para evitar la volatilidad y la especulación del dólar, soportados en la aplicación del principio de coherencia macroeconómica que contempla la coordinación entre el Banco de la República y el Gobierno nacional en cuanto a las metas monetarias y fiscales, para lo cual se espera que comiencen a ceder la tasas de interés e inmediatamente la inflación se estabilice a finales del primer trimestre del próximo año.

En su opinión, es preciso además que haya una aterrizada discusión del incremento del salario mínimo para 2023, que tenga como referente de indexación la inflación básica.

Con respecto al crecimiento económico, Amorocho explicó: si se visualiza el panorama de una economía que en diversos frentes muestra señales halagüeñas como el incremento de las exportaciones no petroleras en cerca del 23 %, así como de las reservas internacionales, la inversión extranjera directa y las remesas, se requiere tener una clara ruta de inversiones públicas que no permita mermar el crecimiento de la economía por debajo del 2,8 % en 2023, pese a los estimativos menores que ha venido calculando el Banco de la República, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Ocde y el Banco Mundial.

En su análisis sobre los retos y desafíos económico fiscales 2022-2023, Amorocho señaló que, pese a que se aprobó la reforma tributaria, la socialización y debate se tornó álgido y dejó un panorama confuso en el escenario económico nacional y en los mercados internacionales.

Destacó el componente emocional que se generó por declaraciones salidas de tono técnico, como las del gremio de los industriales, que manifestó que los empresarios tendrían una carga fiscal del 60 %, ante lo cual el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, con cifras oficiales, demostró que era del 30 %.

Asimismo, dijo que el Gobierno apaciguó el temporal de la crisis del sector minero-energético al darle continuidad a la Presidencia de Ecopetrol y generar señales amables, aunque no contundentes, sobre la suspensión o no de la celebración de nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo.

En el análisis, Amorocho señaló que el crecimiento económico perdió dinámica. Según él, el crecimiento del 7 % en el tercer trimestre de este año es indicativo que el consumo comienza a rezagarse por un aumento continuo de la tasa de interés que se traduce en desaceleración del crecimiento, tal como se registra en agosto con un comportamiento del 9 % y en septiembre del 4,2 %.

Para el experto en Hacienda Pública y Presupuesto, dados los comportamientos de las variables económicas analizadas y a una activa y adecuada ejecución del presupuesto y de la política pública del Estado, se prevé un crecimiento económico a finales de 2022 cercano al 7 %, una tasa de interés cercana al 12.3 %, una inflación del 12.5 %, una tasa de cambio cercana a los 4.750 pesos, un crecimiento proyectado de 2.8 % con inflación del 7 % para el 2023 y una disminución del déficit fiscal cercana al 5 % del producto interno bruto (PIB) sin fondo de combustibles.

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