El pasado miércoles 21 de septiembre, un escándalo rondó a la cárcel La Picota de Bogotá, luego de que se hiciera pública información en la que se evidenciaba que en aquel centro penitenciario se había llevado a cabo una fiesta. Ana del Castillo, cantante vallenata, quien estuvo en aquel espacio, ha entregado detalles de lo que ocurrió allí. En la declaración que hizo la artista, ante las autoridades, comentó que no le pagaron por su presentación. Dijo, en su intervención, que entró a la prisión a las 11:00 de la noche y salió a la 1:00 a.m del día siguiente. Destacó que quiso presentarse de manera voluntaria a causa de la fecha especial que se celebra ese día en el país.
“Yo tenía una presentación el día anterior y quise ir de corazón, era el día de la Virgen de los presos, no me dieron plata por eso. Me pidieron cedula, entré como una persona normal. Con mis cajeros, mis guacharaqueros, el guitarrista, el acordeonero y mi persona. Así como entramos, salimos”, comentó la intérprete. Aseguró que era ‘falso de toda falsedad’ que hubiese salido el 26 de septiembre de la prisión. De acuerdo con una fuente consultada por el medio local El Heraldo, el sistema de ingreso y salida de la prisión, llamado Visitor, es manipulado por personas, por lo que pudo haber un error humano detrás de las irregularidades en las horas de ingreso de la cantante.
“Es como cuando usted entra a un edificio, donde le hacen el registro, y al salir el guardia no lo nota u olvida apuntar su salida. Creemos que pudo tratarse de un error humano”, explicó la fuente de la cárcel La Picota a ese medio. Es importante recordar, a su vez, que una de las pruebas que tiene a favor la cantante es que, según su representantes, Gadir Gómez, es imposible que ella haya salido de la cárcel el 25 de septiembre, pues, el 24, se habría presentado en Moys, un restaurante bar de Barranquilla.
Es de destacar que, para el momento, se conoció que en los registros de la prisión quedó que la mujer había salido después de sus músicos. La Procuraduría General de la Nación citó Ana del Castillo, al Mono Zabaleta, a Churo Díaz, y a otros artistas a declarar por su presencia en aquel polémico evento. Se señala que la fiesta ocurrió en el pabellón de los extraditables.
“No con esto queremos decir que la fiesta estaba autorizada, ni estaba permitida, no era ninguna fiesta, era la celebración del día de las Mercedes, que se hizo en todos los establecimientos”, indicó en su momento el director del Inpec, el coronel Daniel Fernando Gutiérrez. Por aquellos días, se descubrió, además, que allí, dentro de la cárcel, había un túnel de un metro de profundidad y 150 metros de ancho. En ese agujero había 122 celulares, cuatro relojes inteligentes, 184 botellas de licor y otros elementos. Además de los artistas, se abrieron indagaciones sobre 25 guardianes del Inpec.
El Comando de Reacción Inmediata (CRI) del Inpec, en el control que realizó, logró decomisar además 25 módems, 63 cargadores, 38 manos libres, 80 botellas de licor, 1 televisor portátil, 345 cervezas en lata, 154 gramos de marihuana y 15 armas blancas. “Desde ayer iniciamos una investigación disciplinaria al interior de la Picota y estamos recolectando toda la información para proceder, evaluar y determinar qué decisiones vamos a tomar”, destacó el procurador delegado de los Derechos Humanos, Javier Sarmiento, quien fue designado como agente especial para estar al frente del caso, en testimonios rescatados por la revista Semana.
“Lo que nos ha dicho el hoy director encargado de la cárcel es que existía por parte del anterior director el permiso de ingreso de todos los artistas que estuvieron allí. Pero en lo que se refiere a licor, cigarrillos, celulares y otros elementos, estos están totalmente prohibidos (...) Hemos pedido el listado de todos los guardias que estaban de turno entre el 19 y el 26 de septiembre. Ellos son objeto de investigaciones. Es una cuestión cíclica que requiere, sin ninguna duda, de unas decisiones de fondo y de transformación estructural del sistema penitenciario y carcelario”, añadió.
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