La Aeronáutica Civil (Aerocivil) vuelve a estar en el ojo del huracán, esta vez, por una presunta red criminal que se ha engendrado en la misma donde no solo se cobran millonarias coimas para expedir licencias para los pilotos, sino a través de la cual, se estarían traficando cargamentos de droga.
Las denuncias, conocidas por la revista Semana, salpican a cerca de 100 funcionarios de la Aerocivil cuyos cargos corresponden a directivos, contratistas, controladores aéreos, trabajadores regionales y hasta bomberos.
De acuerdo con los documentos a los que tuvo acceso la publicación bogotana, al interior de la autoridad aeronáutica opera una red de narcotráfico por medio de algunos funcionarios quienes, entre otras cosas, apagan los radares o los sacan de funcionamiento para poder enviar y recibir las aeronaves con los cargamentos de droga.
Las red de narcotráfico, según el medio bogotano, funciona a través de los operadores aéreos regionales quienes tienen órdenes de apagar los radares para que las aeronaves puedan entrar o salir del espacio aéreo colombiano, o de establecer lugares en los que los aviones sean ubicados para cargar la cocaína.
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“El controlador (se reserva el nombre) quien con el vehículo asignado tumbó la barda de seguridad para pasar, por un lado, sin hacer uso del carné de identificación y autorización del vehículo (...) ese carro es usado entre otras actividades irregulares para facilitar el ingreso de narcotráfico. Tiene una capacidad de carga de dos toneladas”, se lee en el informe obtenido por la revista Semana.
Una fuente consultada por el mismo medio, incluso reveló que, en la llamadas “temporadas altas”, son los mismos narcotraficantes quienes advierten cuáles son las aeronaves que ingresan y salen del país, y posteriormente son los técnicos de la Aerocivil quienes apagan los radares para que los aviones puedan ser cargados.
“En ese momento pasan más de cinco aeronaves en fila… Se detecta en el centro de control, se abre una investigación… pero no pasa nada”, aseguró la fuente a la publicación bogotana.
Pero las denuncias del informe no se remiten únicamente a que los radares sean apagados de manera adrede, sino que de igual forma, los artefactos se han dejado fuera de servicio o, incluso, miembros de la Fuerza Aérea han impedido que se les realice mantenimiento a los radares o microondas.
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En uno de los documentos del dosier conocido por Semana, se detalla como el radar Carimagua, que cubre las operaciones aéreas de los departamentos de Meta, Casanare, Arauca y Vichada, lleva fuera de servicio desde el pasado mes de agosto, mientras que, los equipos de comunicaciones, transmisores y receptores tierra-aire en Puerto Inírida, lo han estado desde hace más de un año.
“En Pompeya (estación de la Aerocivil en el oriente del país), una ventisca fuerte tumbó la torreta que sostenía las antenas de microondas y equipos de comunicaciones. Además, el suelo del cuarto de equipos se cedió, dañando el sistema de energía. Es urgente que se recupere esta estación que ayuda a la operatividad de la frecuencia de Villavicencio con el tráfico de helicópteros y aviones”, señala el informe obtenido por la revista bogotana.
Licencias para pilotos a cambio de millonarias sumas de dinero
Pero el escándolo por narcotráfico no es el único hecho que salpica a la Aeronáutica Civil. Una serie de audios obtenidos por Semana devalaron como, en un despacho alterno de la entidad, una mujer -identificada como Adriana Ávila-, “pueden convertir un conductor de camión en un piloto de avión” pagando millonarias sumas de dinero que incluso pueden alcanzar los 10 millones de pesos.
En una de las grabaciones obtenidas por el mismo medio, se escucha como un piloto le cuenta a un funcionario de la Aerocivil como, pese a no cumplir con todas las horas de vuelo que se le exigían en Colombia para obtener su licencia, Ávila logró “dejarlo como un experimentado piloto comercial” pagándole una alta suma de dinero.
“–Yo incluso le dije a la vieja por qué no más bien le dice a Quijano que cuánto me cobra, que me acepta plata, pero él sin meter ningún certificado falso.
–¿Y por eso le mandó a la muchacha?
–Claro… Todo me lo dijo a través de la vieja”.
Los dosiers obtenidos por la revista Semana así mismo dan cuenta de la contratación de personal “fantasma” en la Aerocivil, es decir, personas que aparecen en la nómina de la entidad, pero que no tienen puesto y que nadie ha conocido. Las denuncias apuntan a que son más de 30 funcionarios “fantasmas” los que tiene la autoridad aérea.
Las explosivas revelaciones realizadas por la publicación bogotana conllevaron a que, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, y el director (e) de la Aeronáutica Civil, Francisco Ospina Ramírez, programaran una rueda de prensa sobre el mediodía de este sábado para entregar declaraciones sobre el tema.
Durante el encuentro, el ministro de Transporte anunció que la Contraloría General, la Fiscalía y la Procuraduría adelantarán una investigación por las denuncias “de corrupción, de malos manejos en los aeropuertos, de contratación, de no cumplimiento de las normas en materia de los concursos” que se han llevado a cabo al interior de la Aerocivil.
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