No dejan de conocerse detalles del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, en la isla cartagenera de Barú. Esta semana no solo se aplazó el juicio contra el presunto coordinador del crimen, sino que recientemente se conoció que los mercenarios que acabaron con su vida habrían hecho actos de santería.
Las pruebas las reveló la revista Semana donde se evidencia que varios carteles de narcotráfico de la región habrían colaborado en el considerado magnicidio. De Brasil, Colombia, Paraguay y Uruguay habrían maleantes que querrían a Pecci bajo tierra. Es más, la temida banda Tren de Aragua, de Venezuela, también habría influido en ese hecho delincuencial ocurrido en mayo de este año en una de las ciudades más turísticas de Colombia.
Dentro del material probatorio al que tuvo acceso el medio están los testimonios de varios de los testigos del hecho, donde se sindica a Gabriel Carlos Ruiz Salinas como el sujeto que manejaba la moto acuática en la que se movilizaban los asesinos del funcionario judicial.
“El que iba detrás de la moto, se baja, hace como si fuera un turista normal, levanta la vista hacia donde están unos huéspedes. Yo me voy hacia la moto para hacerle la observación de que debía salir de ese lugar, en eso sale corriendo hacia donde están unos huéspedes, sacó una pistola de color negro y le propinó tres disparos en la parte de atrás de la cabeza”, contó el vigilante a la Fiscalía, según recoge el portal.
Sobre los actos de santería y brujería se sabe que los criminales que apagaron la vida del famoso fiscal que luchaba contra la mafia en el continente habrían contactado a brujos para que los ayudaran con sus ritos y así la operación saliera exitosa. Según Semana, en un apartamento de Medellín, donde capturaron a los cinco sindicatos asesinos, habían figuras de la cultura cubana que se utilizarían en ese tipo de procedimientos.
De acuerdo con las pruebas de las autoridades, habían figuras conocidas como eleggua, que tenían alimentos en señal de ofrenda, manzanas, platos, una olla de barro con animales disecados que habían matado con un cuchillo y otros elementos que habrían dejado con los pelos de punta a los funcionarios judiciales.
Dice el medio, de manera particular, que había una vasija de barro adicional que tenían un carro de juguete para simular la huida de los sicarios y que esta fuera exitosa. Además, aseguran que los sujetos que hoy están presos por el crimen tenían puestos unos brazaletes que estaban rezados para evitar que los capturaran. No sirvió.
Cabe recordar que el asesinato de unos de los fiscales más reconocidos de la región le dio vuelta al mundo, por lo que Estados como Colombia, Paraguay y Estados Unidos se unieron para desplegar un operativo. Este dejó finalmente a varios capturados: Wender Still Scoth Carrillo, Eiverson Zabaleta Arrieta, María Isabel Londoño, Cristian Camilo Monsalve y Francisco Luis Correa Galeano.
La Fiscalía determinó que Correa Galeano sería el cerebro de la operación que dejó como resultado el homicidio de Pecci. Al responsable lo contactaron dos sicarios colombianos para cometer el crimen por petición de una red criminal internacional que le pagó dos mil millones de pesos por la muerte del fiscal.
Francisco Bernate, representante legal de la familia del fiscal, mencionó en el diario La Nación que la Fiscalía General de la Nación de Colombia no les informó sobre los nuevos involucrados en el proceso, sino que lo supieron gracias a los medios de comunicación.
“Hemos visto en Colombia que han circulado versiones mediáticas que vienen desde Paraguay que hablan de 4 nuevas personas involucradas”, manifestó Bernate al diario mencionado. Según el abogado, la Fiscalía “no nos han informado de esta situación, lo que no significa que no pueda ser cierta”.
SEGUIR LEYENDO: