En el marco del XIX Congreso Nacional de Infraestructura, el presidente Gustavo Petro nuevamente salió a hablar de su solicitud, que busca revaluar los costos de la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, la cual pretende dejar una parte del trazado por el subterráneo, que era su idea cuando ejercía como alcalde de la ciudad, y que le ha costado críticas de parte de muchos sectores, los cuales califican la determinación como un capricho. La respuesta por parte de la constructora sobre los costos de la modificación se daría a conocer hasta principios de enero del próximo año. No obstante, y como lo ha reseñado el mandatario, puede que a nivel económico no haya una gran diferencia, pero en cuestión de tiempo si, ya que la entrega, tal cual está pactado, debería ser en el año 2028.
Precisamente sobre su propuesta cuando era alcalde de Bogotá fue la que puso en la conversación del evento, asegurando que es más viable desde muchas aristas, por ejemplo, la estética, la financiación, la metodología, entre otras. No obstante, con la condición actual, y lo que consideró como una dilación política, son los responsables de los más recientes retrasos:
“Esto permitía el comienzo de una licitación para construir. A la fecha, variado el proyecto que era la principal obra de ingeniería en Colombia, pasados ocho años, ya casi nueve años, no conocemos el estudio de diseño del proyecto, simplemente se suspendió, simplemente no era del agrado de ciertas casas de la vida políticas, afectaba intereses no era un problema técnico”.
El consorcio Wu Yu es el responsable de la ejecución de la obra, y aunque en repetidas ocasiones han manifestado que están prestos a escuchar todas las sugerencias y cambios, a pesar de ya tener un contrato firmado. Es por esto que el próximo 8 de enero será determinante, pues dependiendo del informe que se presente, se determinará si se cambia el modelo de construcción.
“El presidente Gustavo Petro quiere revisar una eventual subterranización después de conocer en detalle cómo se construirá la primera línea con el fin de hacer una comparación de costos y condiciones técnicas”, explicó la alcaldesa Claudia López.
Críticas del presidente al avance actual de la obra
La situación económica actual ha tenido una incidencia muy directa en muchos aspectos nacionales, obviamente estos proyectos de infraestructura no son ajenos, principalmente por que el pago del mismo se hace en dólares. Es por esto que Petro fue muy crítico con la idea de mantener el metro elevado, pues según él, ese modelo no es tan favorable, al menos actualmente, pues en su momento la obra tenía un valor de 14 billones de pesos, contrastando con el valor de hoy, que son unos 35 billones.
“El segundo proyecto, el del Metro elevado, es más débil, menos importante que el primero, y las circunstancias económicas han variado. Todo por no generar el cambio cuando tocaba y elegir quedarse en la inercia. Hoy no existe un metro físico en la ciudad de Bogotá, hoy no existe ni un kilómetro (...) Lo que nos corresponde ahora a nosotros, ya no como Alcaldía, sino como Gobierno nacional, es saber cómo puede encajar ahora un proyecto de 35 billones de pesos en una estructura financiera actual indudablemente más débil que la que teníamos en el 2013 o 2014″, declaró el mandatario nacional.
Añadió que es modelo cojo, en el sentido que tampoco hay troncales para otros medios, como el tranvía, y que de hecho, realmente no hay un avance real en la infraestructura de lo que le concierne al Metro:
“Yo creo que esa es una de las circunstancias que debería llamarnos a una evaluación de lo que sucede en el país, en términos de infraestructura y, sobre todo, en términos del cambio del paradigma, porque si eso es simplemente una inercia que nos mantiene en viejas tecnologías, el país no está avanzando, se está atrasando”, manifestó Petro.
SEGUIR LEYENDO: