Reconocidos abogados tributarios del país se refirieron a la reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro, la cual está a punto de ser sancionada para ser ley de la República y empezar a regir en enero de 2023.
Especialmente, se refirieron al impuesto para el sector de hidrocarburos, en el que los petroleros y mineros pagarán una sobretasa de renta que depende del precio internacional de los últimos 10 años, y que en el caso del petróleo sería progresiva de 5 %, 10 % y 15 %, además de que no podrán deducir las regalías.
Al respecto, aseguraron que habrá un sinnúmero de demandas contra dicho impuesto, pues, para ellos, es inconstitucional.
El socio director de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uria, Juan Carlos Rocha, afirmó en el foro “Abogados en la actual coyuntura económica”, de La República, que habrá un gran análisis en ese sentido por esa discriminación y por una carga desproporcionada en relación con esos contribuyentes afectados por el principio de igualdad.
A su vez, el socio de Dentons Cardenas & Cardenas, Mauricio Borrero, proyectó un 2023 muy difícil para los clientes teniendo en cuenta un coctel de mayores impuestos, con decrecimiento económico y tasas de interés muy altas.
“Creemos que va a ser un año que le va a pegar fuerte a muchos clientes que tenemos. Aunque no hay incertidumbre, no estamos muy optimistas de los resultados financieros de nuestros clientes y eso puede conllevar a problemas tanto de despidos o reorganizaciones empresariales con potenciales liquidaciones y temas transaccionales pueden estar saliendo. Aunque sabemos cómo quedó la reforma, todavía se tiene que esperar por los efectos que tendrá”, aseguró Borrero en dicho evento.
Entre tanto, el socio fundador de Pinilla González & Prieto Abogados, Carlos Felipe Pinilla, precisó que la tributaria, junto con las otras reformas anunciadas, generan una incertidumbre en todos los ámbitos.
“La tributaria terminó una incertidumbre porque se sabe cómo quedó, pero es un indicativo de para dónde van a ir los demás sectores y para dónde va a ir la reforma laboral”, dijo.
Mientras que el socio de DLA Piper Martínez Beltrán, José Miguel Mendoza, anotó que también prevé un año difícil para el sector energético y criticó la forma como se está buscando la transición energética en el país.
“Creemos que se debe proteger el sector energético colombiano. Estamos de acuerdo en que hay que hacer un tránsito hacia una matriz energética más limpia, con una participación mayor de las energías renovables. Nadie va a estar en desacuerdo con eso. La pregunta es: ¿Cómo se llega allá? Y en eso hay diferencias, incluso dentro del Gobierno”, manifestó Mendoza en el foro.
Agregó que no se puede desmantelar un sistema que, en su concepto, funciona muy bien. Y dijo que Colombia tiene una de las matrices energéticas más limpias del planeta con 70 % de energía hidráulica.
La aclaración del Ministerio de Hacienda
Recientemente, ante observaciones relacionadas con la sobretasa de bonanza y la no deducibilidad de regalías, que según gremios generarían tasas de tributación superiores al 70 % en los sectores de extracción de petróleo y carbón, el Ministerio de Hacienda hizo aclaraciones.
Al respecto, los cálculos de la Dirección General de Política Macroeconómica (DGPM) del Ministerio indican que la tasa de tributación del impuesto de renta del sector de petróleo pasaría de menos de 30 % a entre 34 % (en el caso de que los precios internacionales prescriban una sobretasa de 0 %) y 47 % (máxima sobretasa de 15 %). En el caso del carbón, la tasa de tributación pasaría de 36 % a entre 43 % (sobretasa de 0 %) y 56 % (sobretasa máxima de 10 %).
“Estos rangos corresponden a entre 50 % y 56 % en el caso del sector de petróleo, y entre 49 % y 63 % para la producción de carbón, cuando se tienen en cuenta la no deducibilidad de las regalías y el aumento de la retención de dividendos del 10 % al 20 %, para las filiales de firmas extranjeras que operan en el sector. Si bien este incremento en este impuesto afecta la carga tributaria del sector, es importante destacar que estos impuestos son deducibles en la mayoría de las jurisdicciones las que se giran estos dividendos y además generan incentivos a la reinversión de utilidades”, subrayaron desde el Gobierno.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que, dado que las inversiones en exploración y extracción de crudo toman entre cuatro y cinco años en generar incrementos en la producción, la tasa efectiva de tributación relevante a la hora de tomar estas decisiones de inversión no es consistente con los niveles actuales de precios, o con la sobretasa máxima de renta.
En la medida en la que en el mediano plazo se espera que los precios del crudo se encuentren en niveles cercanos a su media histórica, estas decisiones de inversión se hacen al considerar una tasa efectiva que oscilará entre 34 % y 38 %, al no incorporar la sobretasa de renta o lo hace con una tarifa de 5 %. Por este motivo, el Gobierno nacional considera que la mayor carga coyuntural al sector de petróleo no debe afectar las inversiones en exploración.
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